Piotr Alekséyevich Kropotkin (Pedro Kropotkin) (1842-1921)

Piotr Alekséyevich Kropotkin, mas conocido como Pedro Kropotkin (Vida y obra)

Piotr Alekséyevich Kropotkin (Pedro Kropotkin) El principe1 (kniaz) Piotr Alekséyevich Kropotkin, conocido en español también como Pedro Kropotkin (en ruso: Пётр Алексеевич Кропоткин), (1842-1921). Nacio el 9 de diciembre de 1842 en Moscú, Centro, Central, (Rusia) y falleció el 8 de febrero de 1921 en  Dmítrov, Moscú, (Rusia).

Fue geógrafo y naturalista, aparte de pensador político ruso. Es considerado como uno de los principales teóricos del movimiento anarquista, dentro del cual fue uno de los fundadores de la escuela del anarcocomunismo, y desarrolló la teoría del apoyo mutuo.

Kropotkin nació en Moscú, Centro, Central, (Rusia) el 9 de diciembre de 1842, en el seno de una familia noble. Su padre, el príncipe Alekséi Petróvich Kropotkin, era dueño de grandes latifundios en tres provincias, y disponía de unos 1200 siervos. Por línea paterna su linaje se trazaba hasta los Rúrik; su madre, Yekaterina Nikoláievna Sulimá, era hija de un general ruso.

Por orden del zar Nicolás I, a los doce años ingresó en el Cuerpo de Pajes en San Petersburgo, Noroeste, (Rusia) la academia militar más selecta de Rusia, que suministraba al imperio sus asesores y funcionarios de élite. Si bien Kropotkin detestaba la disciplina militar de la escuela, su formación académica fue intensiva, recibiendo una educación racionalista y liberal,2 con un fuerte énfasis en las ciencias.3

 Retrato de la madre de Piotr Kropotkin.
Retrato de la madre de Piotr Kropotkin.

Finalizada su preparación, sirvió en el Ejército ruso desde 1862 hasta 1867. Durante este periodo, fue comisionado a una expedición a Siberia como parte de su servicio militar. Kropotkin decidió partir hacia ese destino pudiendo elegir uno más cómodo para alejarse de la vida de la corte capitalina, que le resultaba desagradable y opresiva.

Partió hacia su destino en Irkutsk, Siberia del Este, Siberia, (Rusia) el 24 de junio de 1862, y fue nombrado ayudante de campo del general Kúkel; finalmente se asentaron en la aldea de Chitá, la capital regional, (Rusia) .4

Los cinco años que pasé en Siberia, (Rusia) fueron para mí muy instructivos respecto al carácter y la vida humanos. Me vi puesto en contacto con hombres de todas las condiciones, los mejores y los peores; aquellos que se encontraban en la cúspide de la sociedad y los que vegetaban en su mismo fondo; esto es, los vagabundos y los llamados criminales empedernidos. Tuve sobradas ocasiones para observar los hábitos y costumbres de los campesinos en su labor diaria, y aún más, para apreciar lo poco que la administración oficial podía hacer en su favor, aun cuando se hallara animada de las mejores intenciones.

P. Kropotkin; Memorias de un revolucionario.

Kropotkin de joven posando en uniforme.
Kropotkin de joven posando en uniforme.

Su principal tarea fue hacer una evaluación del cruel sistema penitenciario siberiano para su reforma, que lo impresionó profundamente al revelarle las deficiencias de la burocracia estatal y la corrupción administrativa, así como le permitió observar las primeras formas de cooperación directa y autónoma entre campesinos y cazadores.5

En Siberia, (Rusia) conoció al poeta ruso Mijaíl Larionóvich Mijáilov, que había sido condenado a trabajos forzados por sus ideas revolucionarias, quien lo introdujo en las ideas anarquistas, recomendándole la lectura de Proudhon.6 Estos años en Siberia, (Rusia) fueron determinantes para la posterior evolución ideológica de Kropotkin:

Aun cuando no formulé entonces mis observaciones en términos análogos a los usados por los partidos militantes, puedo decir ahora que perdí en Siberia toda la fe que antes pudiera haber tenido en la disciplina del Estado, preparándose así el terreno para convertirme en anarquista.

P. Kropotkin; Memorias de un revolucionario.

Entre 1864 y 1866 realizó varias exploraciones en el territorio inexplorado de Manchuria. La última expedición fue la más fructífera en el aspecto científico, abarcando la región montañosa del norte de Siberia, (Rusia) entre los ríos Lena y Amur. Esta empresa proporcionó conocimientos científicos de gran valor: ayudó a conocer mejor la estructura geográfica de la región siberiana; el descubrimiento de restos fósiles contribuyó a elaborar sus posteriores teorías glaciares; enriqueció el conocimiento sobre la fauna siberiana, proporcionando datos a Kropotkin sobre el apoyo mutuo (o cooperación intraespecífica) y el altruismo en sociedades animales; y por último, se descubrió la ruta desde Chitá y la región del lago Baikal hasta la tundra del norte.7

Una insurrección de prisioneros polacos en Siberia y su cruel represión por parte de las autoridades zaristas causaron que Piotr Kropotkin y su hermano, Alejandro, decidieran abandonar el servicio militar. Regresó a San Petersburgo, Noroeste, (Rusia) en 1867, ingresó en la Universidad y presentó a la Sociedad Geográfica Rusa un informe sobre su expedición de Vitim, República de Sajá (Rusia) que fue publicado y le valió una medalla de oro.

Fue nombrado secretario de la sección de «Geografía Física de la Sociedad Geográfica rusa». Exploró los glaciares de Finlandia y Suecia en nombre de la mencionada agrupación desde 1871 hasta 1873. Su trabajo más importante en esta época fue el estudio de la estructura orográfica de Asia, donde refutó las hipótesis, más bien conjeturas, basadas en el modelo alpino propuestas por Alexander von Humboldt. Aunque posteriormente otros investigadores descubrieron estructuras más complejas, las líneas generales del enfoque que ideó Kropotkin se han mantenido vigentes hasta la actualidad.8

Otro trabajo de gran importancia fue el informe que escribió sobre los resultados de su expedición a Finlandia. En 1874 dio una conferencia en la que expuso su teoría, según la cual la capa de hielo de la glaciación había alcanzado el centro de Europa; una idea que iba en contra del conocimiento convencional de la época. Su proposición generó una polémica, que finalizó con su posterior aceptación por la comunidad científica.9

Dibujo de la fortaleza de Skanslandet en Sveaborg, Helsingfors, hecho por Kropotkin como parte de su investigación en Finlandia.
Dibujo de la fortaleza de Skanslandet en Sveaborg, Helsingfors, hecho por Kropotkin como parte de su investigación en Finlandia.

Finalmente, la tercera gran contribución de Kropotkin a la teoría de la ciencia geográfica fue su hipótesis sobre la desecación de Eurasia como consecuencia del retroceso de la glaciación de la era precedente. Todas estas ideas fueron concebidas cuando aún no había llegado a cumplir 30 años, lo cual hacía presuponer un gran futuro como investigador. El prestigio de su obra geográfica fue tan considerable que fue propuesto como presidente de la sección de «Geografía Física de la Sociedad Geográfica Rusa».10 Pero Kropotkin no aceptó el nombramiento, porque su interés se había volcado hacia las actividades revolucionarias:

En el otoño de 1871, hallándome ocupado en Finlandia, caminando lentamente a pie hacia la costa, a lo largo del ferrocarril recientemente construido, observando atentamente los parajes donde primero debieron aparecer las muestras inequívocas de la primitiva extensión del mar, que siguió al período glacial, recibí un telegrama de la susodicha corporación, en el que se me decía: «El Consejo os ruega aceptéis el cargo de secretario de la Sociedad.» Al mismo tiempo, el secretario saliente me suplicaba encarecidamente que prestara buena acogida a la propuesta.

Se habían realizado mis esperanzas; pero al mismo tiempo, otras ideas y otras aspiraciones habían invadido mi pensamiento. Después de meditar detenidamente sobre lo que debería contestar, telegrafié: «Gracias encarecidas; pero no puedo aceptar».

P. Kropotkin, Memorias de un revolucionario

Pensamientos revolucionarios.

Mientras realizaba estas investigaciones, también se dedicó a estudiar los escritos de los principales teóricos de la política y comenzó a solidarizarse con las penosas condiciones de los campesinos. Las propias observaciones, la experiencia directa y su íntimo contacto con la miseria y la pobreza del campesinado ruso y finlandés, durante su labor científica como explorador, fueron las causas que impulsaron a Kropotkin a abandonar la actividad científica:11

¿Pero qué derecho tenía yo a estos goces de un orden elevado, cuando todo lo que me rodeaba no era más que miseria y lucha por un triste bocado de pan, cuando por poco que fuese lo que yo gastase para vivir en aquel mundo de agradables emociones, había por necesidad de quitarlo de la boca misma de quienes cultivaban el trigo y no tenían suficiente pan para sus hijos? De la boca de alguien ha de tomarse forzosamente, puesto que la agregada producción de la humanidad permanece aún tan limitada… Por eso contesté negativamente a la Sociedad Geográfica.

P. Kropotkin, Memorias de un revolucionario

La herencia recibida a la muerte de su padre le proporcionó el acceso a copiosos recursos económicos, que le permitieron realizar un viaje a la Europa occidental de tres meses de duración.

En febrero de 1872, partió de San Petersburgo, Noroeste, (Rusia) rumbo a Zúrich (Suiza) para conocer de primera mano la situación del movimiento obrero europeo.11 Allí contactó con el grupo de exiliados rusos que estaban fuertemente influidos por las ideas de Bakunin. Entre éstos se encontraban su parienta Sofía Nikoláievna Lavrova, Nadezhda Smézkaia y Mijaíl Sazhin (un discípulo de Bakunin más conocido como Armand Ross).12 En Ginebra se hizo miembro de la Primera Internacional.

En primer lugar, visitó y contactó con los sectores marxistas, en especial el grupo ruso dirigido por Nikolái Utin. Pero no aprobaba el tipo de socialismo ni el estilo político que impulsaban en la Primera Internacional. Tras cinco semanas de conocer al sector marxista, muy contrariado por el comportamiento oportunista de sus dirigentes, decidió conocer a los grupos de la tendencia bakuninista.13 14

El anarquista Nikolái Zhukovski le recomendó abandonar Ginebra, (Suiza) y viajar al Jura, (Suiza) donde el movimiento era más fuerte. Kropotkin estudió el programa más radicalizado de la Federación del Jura en Neuchâtel, (Suiza) y pasó largo tiempo en compañía de sus más prominentes miembros, adoptando definitivamente la visión anarquista.15 Allí visitó a James Guillaume compañero, amigo y posteriormente biógrafo de Bakunin, con quien trabó amistad. A comienzos de mayo ya estaba de vuelta en Rusia. Una vez en San Petersburgo, Noroeste, (Rusia), reanudó sus investigaciones geográficas y tomó parte activa como propagandista revolucionario vinculado al «Círculo Chaikovski», invitado por el geógrafo Dimitri Klements.16

Mientras tanto, Kropotkin continuó sus trabajos de investigación en Finlandia y sus colaboraciones con la «Sociedad Geográfica». En San Petersburgo, Noroeste, (Rusia), asistía a las reuniones nocturnas del «Círculo Chaikovski» disfrazado de campesino y con el nombre falso de Borodín.11 17 Por ese entonces muchos de sus compañeros habían sido detenidos por la policía zarista.

Durante los dos años de que vengo hablando se hicieron muchas detenciones, tanto en San Petersburgo, Noroeste, (Rusia) como en provincias. No se pasaba un mes sin que experimentáramos la pérdida de alguno, o supiéramos que ciertos miembros de este o aquel grupo provincial habían desaparecido.

Hacia fines de 1873, los arrestos se hicieron cada vez más frecuentes. En noviembre, uno de nuestros principales centros, situado en un barrio extremo de la capital, fue invadido por la policía. Perdimos a Peróvskaia y tres amigos más, teniendo que suspender todas nuestras relaciones con los obreros de este arrabal. Fundamos un nuevo punto de reunión más a las afueras todavía, pero pronto hubo que abandonarlo. La policía extremó la vigilancia, y la presencia de un estudiante en los barrios de los trabajadores era al punto advertida, circulando espías entre los obreros, a quienes no se perdía de vista. Dimitri, Klementz, Serguéi y yo, con nuestras zamarras y nuestro aspecto de campesinos, pasamos inadvertidos, y continuamos frecuentando el terreno vigilado por el enemigo; pero ellos, cuyos nombres habían adquirido gran notoriedad en dichos barrios, eran objeto de todas las pesquisas; y si hubieran sido hallados casualmente en uno de los registros nocturnos en casa de algún amigo, en el acto los hubieran arrestado.

P. Kropotkin, Memorias de un revolucionario

A fines de 1873, al día siguiente de rechazar la presidencia de la «Sociedad Geográfica», Kropotkin fue arrestado por la policía.18

La noche se pasó sin novedad. Eché una ojeada a mis papeles, destruí todo lo que pudiera comprometer a alguien, arreglé mis efectos y me dispuse a marchar (…) y bajé rápidamente, saliendo de la casa. A la puerta no había más que un coche de punto; monté en él, y el conductor me llevó al Nevsky Prospekt, San Petersburgo (Rusia). Al principio nadie nos perseguía, y me consideré a salvo; pero a poco observé que venía otro carruaje a todo correr tras el nuestro, y habiendo tenido que moderar su marcha el caballo que nos conducía, aquél nos tomó la delantera. En él vi con sorpresa a uno de los dos tejedores que habían sido detenidos, acompañado de otra persona. Me hizo señas con la mano, como si tuviera algo que decirme, y yo ordené al cochero que parara. Tal vez pensé haya sido puesto en libertad y tenga algo importante que comunicarme. Pero tan pronto como nos detuvimos, el que acompañaba al tejedor era un policía gritó: «¡Señor Borodín, príncipe Kropotkin, quedáis detenido!» Hizo seña a los guardias, que tanto abundan en las principales calles de San Petersburgo, Noroeste, (Rusia), y al mismo tiempo saltó a mi coche y me mostró un papel con el sello de la policía de la capital, diciendo al mismo tiempo: «Tengo orden de conduciros ante el gobernador general para que deis una explicación».

P. Kropotkin, Memorias de un revolucionario

Trasladado a las oficinas de la policía política secreta, la Sección Tercera, fue interrogado durante algunos días. Su detención causó sensación en San Petersburgo, Noroeste, (Rusia), además de la irritación del emperador, ya que Kropotkin había sido durante mucho tiempo su ayudante personal.

La Fortaleza de San Pedro y San Pablo.

Fue encarcelado en la Fortaleza de San Pedro y San Pablo situada en San Petersburgo, Noroeste, (Rusia), fue encarcelado en una celda solitaria, oscura y húmeda. Los notables de la Sociedad Geográfica, sus amigos y, en especial, su hermano Aleksandr intervinieron en su favor para que se le permitiese continuar con sus investigaciones geográficas, por lo que pudo acceder a libros, papel y lápices.

A principios de 1875 su hermano fue detenido por el régimen zarista por escribir una carta a Piotr Lavrovich Lavrov.19 La detención de su hermano y la desarticulación de los círculos revolucionarios se hicieron unas 2.000 detenciones provocaron un fuerte derrumbe psicológico en Kropotkin. También se produjo un colapso físico causado por el escorbuto.

En marzo de 1876 lo trasladaron a la cárcel de San Petersburgo, Noroeste, (Rusia), donde las condiciones de vida eran más insalubres aun que en la Fortaleza de San Pedro y San Pablo, aunque allí había muchas más facilidades para recibir visitas y romper el aislamiento. Pero su deterioro físico se acentuó haciendo peligrar su vida, por lo que los médicos prescribieron su traslado al hospital contiguo a la Prisión Militar de San Petersburgo, Noroeste, (Rusia). El cambio a un ambiente aireado, iluminado y limpio, con una mejor alimentación, favorecieron la recuperación de su salud. Mientras tanto, sus amigos comenzaron a pergeñar planes para su escape de la prisión.20 Después de varios preparativos, acordando un sistema de señales con el exterior, Kropotkin escapó corriendo a través del patio de la prisión al que concurría a practicar sus ejercicios diarios, al abrirse el portón para dar paso a los carros de los proveedores de leña. Perseguido por los guardias montó en un coche que lo esperaba y se perdió en la multitud.

Vi con terror que el carruaje se hallaba ocupado por un hombre vestido de paisano y con gorra militar, que estaba sentado sin volver la cabeza hacia mí. Mi primera impresión fue que había sido vendido. Los compañeros me decían en su última carta: «Una vez en la calle, no os entreguéis; no os faltarán amigos que os defiendan en caso de necesidad». Yo no quería saltar al coche, si estaba ocupado por un enemigo; pero al acercarme a aquél, noté que el individuo tenía patillas rubias muy parecidas a las de uno de mis mejores amigos, que, aunque no pertenecía a nuestro círculo, me profesaba verdadera amistad, a la que yo correspondía, y en más de una ocasión pude apreciar su valor admirable, y hasta qué punto se volvían hercúleas sus fuerzas en los momentos de peligro. ¿Será posible decía yo que sea él? Y estaba a punto de pronunciar su nombre, cuando, conteniéndome a tiempo, toqué las palmas, sin dejar de correr, para llamarle la atención. Entonces se volvió hacia mí y supe quién era. «¡Subid, subid pronto!» gritó con voz terrible, y después, dirigiéndose al cochero revólver en mano, añadió: «¡Al galope, al galope, u os salto la tapa de los sesos!» El caballo, que era un excelente animal, comprado expresamente para el caso, salió en el acto galopando. Una multitud de voces resonaban a nuestra espalda, gritando: «¡Paradlos! ¡Detenedlos!» en tanto que mi amigo me ayudaba a ponerme un elegante abrigo y un chaqué.

P. Kropotkin. Memorias de un revolucionario.

Después de refugiarse momentáneamente en una casa, cambió de ropa y fue llevado a una barbería, donde le afeitaron la copiosa barba. Luego partieron hacia un paseo muy concurrido de San Petersburgo, Noroeste, (Rusia) y cenaron a la vista de todo el mundo en un restaurante de moda, ocultándose finalmente en un pueblito de las afueras. Mientras tanto, las fuerzas de seguridad registraban las casas de sus amigos, sin encontrar pistas. Vestido de oficial militar, Kropotkin se dirigió hacia el pequeño puerto de Vaasa, en el golfo de Botnia, situado entre Finlandia y Suecia, embarcando rumbo a Suecia y continuando hacia Noruega. Desde allí tomó un buque británico hacia el puerto de Hull, Inglaterra, (Reino Unido).

En los primeros días de agosto de 1876, Kropotkin desembarcó en Hull, Inglaterra, (Reino Unido), con el nombre falso de «Alekséi Lavashov». Se estableció en Edimburgo, Escocia, (Reino Unido) pero pronto se mudó a Londres, Inglaterra, (Reino Unido) donde tenía más recursos para ganarse la vida. Comenzó a colaborar con las publicaciones «The Time» y la prestigiosa «Nature», entablando amistad con el subdirector de la revista, James Scott Keltie. Paralelamente retomó contacto epistolar con James Guillaume, residente en Suiza, quien lo contactó con el bakuninista Paul Robin, que alcanzó celebridad como reformador sexual, y que propiciaba un control de la natalidad y la eliminación de la prostitución. Kropotkin y Robin tuvieron debates y discusiones sobre temáticas sociales, revelándose una faceta puritana en el pensamiento del expríncipe ruso.21

Después de un corto período en Inglaterra, (Reino Unido) se estableció en Suiza, llegando a Neuchatel, (Suiza) en diciembre de 1876, donde se incorporó a la Federación del Jura. Allí conoció a Carlo Cafiero y Errico Malatesta, los dos miembros más prominentes de la sección italiana de la Internacional.

Titular de L'Avant Garde del 15 de julio de 1878
Titular de L’Avant Garde del 15 de julio de 1878

Decidido a establecerse en el continente, realizó un breve viaje a Inglaterra, (Reino Unido) para arreglar cuestiones laborales con le revista «Nature», partiendo el 23 de enero hacia Ostende, Provincia de Flandes Occidental, Región Flamenca, (Bélgica) y de allí a Verviers, Lieja, Valona (Bélgica), para intentar organizar al movimiento local, pero la defección de su amigo Paul Brousse llevó a Kropotkin a continuar hasta Ginebra, Cantón de Ginebra, (Suiza). Allí se reunió con su viejo amigo, Dimitri Klemetz, y contactó en Vevey Riviera-Pays-d’Enhaut, Vaud, (Suiza) con el célebre geógrafo anarquista Eliseo Reclus. Junto a Brousse, y con la intención de influir clandestinamente en otras regiones desde Suiza, lanzó un periódico anarquista en francés «L’Avant Garde» relativamente exitoso y otro en alemán «Arbeiterzeitung», que fracasó y dejó de salir algunos meses después. Kropotkin se trasladó a Verviers, Lieja, Valona, (Bélgica), para participar en el último congreso de la sección bakuninista de la Primera Internacional, donde actuó como delegado de los rusos en el exilio y llevó a cabo la tarea de redactar las actas. Debido a rumores de que sería detenido tuvo que abandonar el congreso, embarcando desde Amberes, Región Flamenca, (Bélgica) hacia Londres, Inglaterra, (Reino Unido).

A continuación, viajó a Francia, contactándose con Andrea Costa, prosiguiendo los estudios sobre la Revolución francesa que había iniciado en Londres, Inglaterra, (Reino Unido).

Las actividades clandestinas de Kropotkin llamaron la atención policial a principios de 1878, por lo que tuvo que retornar a Ginebra, (Suiza) a fines de abril. Poco después visitó España, para interiorizarse de la situación del movimiento, visita que le causó una fuerte impresión al conocer un movimiento anarquista de masas, regresando en agosto a Ginebra, (Suiza).22 Inmediatamente participó de un congreso de grupos anarquistas suizos en Friburgo, (Suiza) donde se evidenció la sensible decadencia de la Federación del Jura.

El 8 de octubre de 1878 contrajo matrimonio con la joven rusa emigrada Sofía Ananiev. El 10 de diciembre las autoridades suizas clausuraron «L’Avant Garde», y luego detuvieron a Brousse por poco tiempo. Iniciaron un nuevo periódico que continuase al anterior, y el 22 de febrero apareció «Le Révolté», que debido a falta de participantes era redactado casi por entero por Kropotkin. El periódico fue un éxito, y para abril de 1879 contaba con 550 suscriptores, lo que les permitió comprar a crédito su propia imprenta, fundando la «Imprimerie Jurassienne».23

Desde las páginas de «Le Révolté», Kropotkin presentó las primeras formulaciones del Anarcocomunismo o Comunismo Libertario, su principal aporte a la ideología anarquista. El primer artículo sobre el tema apareció el 1 de diciembre y se titulaba «La idea anarquista desde el punto de vista de su realización práctica». Afirmaba allí que la revolución debía basarse en las federaciones de comunas locales y los grupos independientes, evolucionando la sociedad desde una etapa colectivista de apropiación de los medios de producción por las comunas, hacia el comunismo.24 Durante 1880, invitado por Eliseo Reclus a colaborar en su «Geografía Universal», Piotr y Sofía se trasladaron a Clarens, (Suiza).

Aquí, con el concurso de mi mujer, con quien solía discutir sobre todos los acontecimientos y los trabajos realizados, y que ejercía una severa crítica literaria sobre estos últimos, fue donde produje lo mejor que hice para «Le Révolté», entre lo cual se encuentra el llamamiento «A los jóvenes», que tanta aceptación halló en todas partes. En una palabra, en este lugar eché los cimientos y tracé las líneas generales de todo lo que escribí más adelante. En Clarens, (Suiza) además del trato con Eliseo Reclus y Lefrançais, que desde entonces he cultivado siempre, me hallaba en íntimas relaciones con los obreros, y aunque trabajaba bastante en la geografía todavía me era dado contribuir en mayor escala que de ordinario a la propaganda anarquista.

P. Kropotkin; Memorias de un revolucionario.

En marzo de 1881 su amigo Stepniak le comunicó la noticia del asesinato del zar Alejandro II, por miembros del grupo «Naródnaya Volia». La represión sobre el movimiento revolucionario, con la ejecución de su excompañera del «Círculo Chaikovski», Sofía Peróvskaya, indignó a Kropotkin, que imprimió un folleto «La verdad sobre las ejecuciones en Rusia» y fue orador en actos de protesta. La policía de Ginebra, (Suiza) lo interrogó, pero finalmente decidió no arrestarlo.

El 10 de julio partió hacia París, Isla de Francia, (Francia) y luego rumbo a Londres, Inglaterra, (Reino Unido) para asistir como delegado al «Congreso Socialista Revolucionario Internacional». Debido a la pobreza de Kropotkin, su amigo y compañero Varlaam Nikoláievich Cherkésov, realizó una colecta para pagar su viaje. En una carta a Malatesta, Kropotkin explicaba sus dificultades económicas:25

«Le Révolté» y todo lo demás me ocupan normalmente una semana, de modo que me quedan dos semanas por mes en las que he de ganar 150 a 200 francos para nosotros dos, 50 francos para Robert, otros 40 para los rusos, 30 para correspondencia, de 10 a 15 para papel, etc; en total más de 350 francos.

P. Kropotkin

Kropotkin participó en el congreso en Londres, Inglaterra, (Reino Unido) pero terminó decepcionado por el tono caótico de las discusiones y porque finalmente no se trató el tema por el que se había convocado: la conformación de una nueva Internacional. Permaneció en Inglaterra, (Reino Unido) durante un mes y regresó a Suiza. A poco de volver, fue expulsado por el gobierno suizo debido a las presiones del Imperio ruso. Abandonó Ginebra, (Suiza) el 30 de agosto y se estableció en el pueblito francés de Thonon, Alta Saboya, Auvernia-Ródano-Alpes, (Francia) al otro lado del lago Lemán. La redacción de «Le Révolté» quedó a cargo de Herzog y Dumartheray, aunque Kropotkin seguiría colaborando desde el exterior. Allí permanecieron dos meses hasta que Sofía terminó sus estudios de bachillerato en Ginebra, (Suiza).

En noviembre de 1881 viajó con su esposa a Inglaterra, (Reino Unido) brindando algunas conferencias en su tránsito hacia París, Isla de Francia, (Francia) donde contactó con Jean Grave. En Inglaterra, (Reino Unido) no tuvo muchos contactos con anarquistas, con excepción de Malatesta, Cafiero y Eliseo Reclus, cuando pasaron por la isla.

 Cubierta de Ley y autoridad, edición inglesa de 1886
 Cubierta de Ley y autoridad, edición inglesa de 1886

Durante 1882 trabó amistad con los marxistas ingleses Ernest Belfort Bax y H. M. Hyndman; este último le presentó a James Knowles, editor de «The Nineteenth Century», publicación con la que colaboraría por tres décadas. Siguió escribiendo para «Nature», «The Times» y «The Fortnightly Review», además de hacerlo para la «Enciclopedia Británica». En «Le Révolté» publicó dos artículos de trascendencia: «La ley y la autoridad» y «Gobierno revolucionario».

Durante su estancia en Inglaterra, (Reino Unido) se involucró mucho con la situación de Rusia, y la expuso en clubes de obreros, en algunos mítines que organizó junto a Chaikovski; luego exponían el ideario anarquista. Si bien la concurrencia era escasa, esta situación cambió al visitar los círculos de mineros en Escocia, (Reino Unido) donde sus exposiciones atraían a multitud de obreros.

La atmósfera deprimente y apática de Londres, Inglaterra, (Reino Unido) impulsó al matrimonio a regresar a Francia, donde el movimiento anarquista estaba floreciente y activo, arribando a Thonon, Alta Saboya, Auvernia-Ródano-Alpes, (Francia) el 26 de octubre. Allí dieron alojamiento a un joven hermano de Sofía, agonizante a causa de la tuberculosis. Las actividades revolucionarias en Lyon, Auvernia-Ródano-Alpes, (Francia) donde había unos 3000 anarquistas activos, los desórdenes provocados por la crisis de la industria sedera y algunos conatos de violencia, fueron la excusa para arrestar a Kropotkin, que nada tenía que ver con los disturbios, junto a sesenta anarquistas.

El 21 de diciembre de 1882 Kropotkin fue detenido por la policía, horas después de la muerte de su joven cuñado. Durante el entierro, Reclús y otros anarquistas movilizaron a los campesinos de la zona, como forma de protesta por las detenciones.

El gobierno francés deseaba hacer de aquello uno de esos grandes procesos que causan fuerte impresión en el país; pero no había medio de envolver a los anarquistas presos en la causa de las explosiones, pues hubiera sido necesario concluir por llevarlos ante un jurado que, probablemente, nos habría absuelto, y en consecuencia, se adoptó la maquiavélica política de perseguirnos por haber pertenecido a la Asociación Internacional de los Trabajadores. Hay en Francia una ley, votada inmediatamente después de la caída de la Comuna, por la cual se puede hacer comparecer a cualquiera ante un juez de instrucción, por haber pertenecido a dicha sociedad. El máximo de la pena es de cinco años, y el gobierno tiene siempre la seguridad de que el tribunal ordinario le dejará complacido.

P. Kropotkin, Memorias de un revolucionario

Fue acusado de pertenecer a la Internacional, y sentenciado a cinco años de prisión y 1000 francos de multa por sus actividades anarquistas; fue la condena más severa de todas. La prensa independiente, incluso hasta el moderado «Journal des Economistes», protestó contra las condenas criticando a los magistrados por condenarlos sin fundamentos. Los anarquistas, en especial Bernard, Gautier y Kropotkin, aprovecharon el juicio para dar publicidad a sus ideas pronunciando encendidos discursos.

Kropotkin en sus años de madurez
Kropotkin en sus años de madurez

Fue trasladado de Lyon, Auvernia-Ródano-Alpes, (Francia) a la prisión de Clairvaux, en la vieja abadía de San Bernardo, donde se le dio estatus de prisionero político. Durante este período siguió escribiendo para la «Geografía Universal» y «la Enciclopedia Británica», además de continuar sus contribuciones con «The Nineteenth Century», destacándose el artículo «What Geography ought to be».26

Las condiciones de detención no fueron esta vez tan sufridas como cuando estuvo prisionero en Rusia, ya que las autoridades les permitían cultivar verduras, jugar a los bolos y trabajar en un taller de encuadernación. Kropotkin aprovechaba el tiempo para dar clases de idiomas, matemáticas, física y cosmografía a los otros reclusos. Podían escribir y recibir cartas, bajo un régimen de censura. Podían recibir libros y revistas, pero no periódicos, mucho menos de tendencia socialista.

Kropotkin recibió desde París. Isla de Francia, (Francia) la preocupación de la «Academia Francesa de Ciencias», que se ofreció a enviarle libros para sus investigaciones; desde Inglaterra, (Reino Unido) también se escucharon muestras de solidaridad, redactándose un petitorio en su favor, firmado por 15 profesores universitarios, los directivos del Museo Británico, la Sociedad Real de Minas, la Royal Geographical Society, la Enciclopedia Británica, y nueve periódicos ingleses, además de personalidades como William Morris, Patrick Geddes y Alfred Russel Wallace. El petitorio fue presentado al ministro francés de Justicia por el escritor Victor Hugo, rechazando la petición.27

Hacia fines de 1883 Kropotkin contrajo malaria, enfermedad endémica de la región, comprometiendo su salud durante algunos meses.28 Mientras tanto, Reclús reunió los artículos de Kropotkin para «Le Révolté» en un volumen que se publicó en París, Isla de Francia, (Francia) en noviembre de 1885, titulado «Palabras de un rebelde».

Las peticiones de libertad presionaron tanto al gobierno francés que el primer ministro Freycinet se vio obligado a declarar que «razones diplomáticas impiden la liberación de Kropotkin», generando una reacción mayor de la opinión pública al admitir las exigencias del Zar en la política interior de Francia. El gobierno francés no tuvo más remedio que perdonar a los detenidos y liberarlos el 15 de enero de 1886.29 Kropotkin y Sofía, quebrados económicamente se trasladaron a París, Isla de Francia, (Francia) donde pudieron obtener medios de subsistencia más adecuados. Para prevenir una posible deportación a Rusia por parte del gobierno francés, Kropotkin decidió establecerse en Inglaterra, (Reino Unido) no sin pronunciar el 28 de febrero de 1886, en la víspera de su partida, el discurso ante varios miles de personas.

Sus experiencias vividas como prisionero en Rusia y Francia, provocaron en Kropotkin su rechazo hacia toda forma de encarcelamiento como forma de recuperación social y moral de los detenidos. Posteriormente estas impresiones se volcarían en un texto publicado en Inglaterra, (Reino Unido) en marzo de 1887, «En las prisiones rusas y francesas». La primera edición de este libro fue comprada por los agentes del gobierno ruso para impedir su difusión, logrando destruir la mayor parte de los ejemplares. Finalmente se reeditó años después.

. he podido convencerme a mí mismo de que, en cuanto a sus efectos sobre el preso y sus resultados para la sociedad en general, las mejores prisiones reformadas —sean o no celulares— son tan malas, o aún peores, que las sucias cárceles antiguas. Ellas no mejoran al preso; por el contrario, en la inmensa y abrumadora mayoría de casos, ejercen sobre ellos los efectos más lamentables. El ladrón, el estafador y el granuja que han pasado algunos años en un penal, salen de él más dispuestos que nunca a continuar por el mismo camino, hallándose mejor preparados para ello, habiendo aprendido a hacerlo mejor, estando más enconados contra la sociedad y encontrando una justificación más sólida de su rebeldía contra sus leyes y costumbres, razón por la cual tienen, necesaria e inevitablemente, que caer cada vez más hondo en la sima de los actos antisociales que por primera vez le llevaron ante los jueces.

P. Kropotkin; Memorias de un revolucionario

Kropotkin y Sofía arribaron a Inglaterra, (Reino Unido) en marzo de 1886, donde permaneció durante 3 décadas, llevando una vida completamente distinta y apaciguada, dedicada a la investigación científica y la elaboración teórica e ideológica. Su salud quedó también muy resentida por los años de prisión, afectada por el clima inglés, que le provocaba bronquitis crónicas. Se estableció en los arrabales londinenses, y tomó hábitos relativamente sedentarios, comparados con su permanente movilidad y agitación de las dos décadas anteriores.

Una de sus primeras actividades consistió en fundar un grupo editor de un periódico anarquista, integrado por Charlotte Wilson, el doctor Burns Gibson, además de Kropotkin y Sofía, entre otros. El grupo se denominaba «Freedom» (Libertad) y se dedicaba a tareas de propaganda, editar un periódico y organizar conferencias. Inicialmente el grupo publicaba sus escritos en el periódico de Henry Seymour, «The Anarchist». Pronto la autoridad intelectual de Kropotkin se hizo sentir sobre el pensamiento del tuckeriano Seymour, y su periódico declaró su adhesión al comunismo anarquista. En esta misma época trabó amistad con William Morris. En abril se instaló en una casa barata con escasos muebles en la zona de Harrow, en las afueras de Londres, Inglaterra, (Reino Unido). Continuó colaborando con diversas publicaciones: «The Ninteenth Century», «Freiheit» (de Johann Most), «La Révolte» (sucesor de Le Révolté), «Nature» y «The Times«.

El grupo «Freedom» se escindió de «The Anarchist» después de una disputa con Seymour, y en octubre de 1886 salió el primer número de «Freedom». Consistía de un pliego de 4 páginas escrito en su mayoría por Kropotkin y Wilson, que se imprimió hasta 1888 en el taller de la «Liga Socialista» de William Morris. Mientras tanto, la vida personal de Kropotkin se sintió conmovida por la noticia del suicidio de su hermano Alejandro en Siberia, el 6 de agosto, quien era su último lazo familiar con Rusia.11 El auge de los movimientos socialistas en Inglaterra, (Reino Unido) despertó el interés del público hacia el anarquismo, y Kropotkin se convirtió en un activo conferencista visitando casi todas las grandes ciudades de Inglaterra y Escocia, (Reino Unido). En su visita a Edimburgo, Escocia, (Reino Unido), trabó amistad con Patrick Geddes, sobre quien influiría fuertemente en su pensamiento.30

El 15 de abril de 1887 nació su única hija, a quien dieron el nombre de Alejandra, en recuerdo de su hermano. A fines de ese año se vio muy involucrado y preocupado por las condenas a muerte a los procesados en el atentado de Haymarket, en los Estados Unidos. Kropotkin participó en la campaña por la liberación de los prisioneros anarquistas y el 14 de octubre habló en un gran acto en Londres, Inglaterra, (Reino Unido) junto a personalidades como William Morris, George Bernard Shaw, Henry George y Stepniak, aunque finalmente los procesados fueron ejecutados el 11 de noviembre. El 13 de noviembre participó de una manifestación convocada por William Morris a favor de la libertad de expresión en Trafalgar Square, Londres, Inglaterra, (Reino Unido) que terminó en serios disturbios. El grupo «Freedom» comenzó a crecer en miembros y a ganar en influencia en el movmiento socialista inglés, incorporándose muchos miembros antiparlamentaristas de la Liga Socialista de W. Morris (quien aceptaba los puntos de vista de Kropotkin, aunque nunca llegó a declararse anarquista). De esta liga finalmente se escindiría en 1888 la facción parlamentarista de Eleanor Marx. No obstante, las relaciones entre el grupo «Freedom» y la Liga Socialista antiparlamentaria también se deterioraron, marcándose un distanciamiento.

A partir de 1890 las actividades de Kropotkin como agitador fueron cada vez más escasas y comenzó a predominar fuertemente su faceta de pensador, intelectual y científico. Escribía para muchas publicaciones anarquistas como «Temps Noveaux» (con las que colaboraba gratuitamente) y otras periodísticas como las inglesas «The Speaker» y «The Forum» o las norteamericanas «The Atlantic Monthly», «The North American Review» y «The Outlook». Pronunció decenas de conferencias, destacándose las de ciudades como Glasgow, Aberdeen, Dundee, Edimburgo, en Escocia, (Reino Unido), Mánchester, Darlington, Leicester, Plymouth, Bristol y Walsall, en Inglaterra, (Reino Unido). Las temáticas eran tan diversas que, además de la teoría anarquista, trataba literatura, política rusa, organización industrial, el sistema carcelario, naturalismo y las primeras exposiciones sobre su teoría de la ayuda mutua.31

Cuando Huxley, queriendo luchar contra el socialismo, publicó en 1888 en «The Nineteenth Century», su atroz artículo «Struggle for Existence Manifesto», me decidí a presentar en forma comprensible mis objeciones a su modo de entender la referida lucha, lo mismo entre los animales que entre los hombres, materiales que estuve acumulando durante seis años. Hablé del particular a mis amigos; pero hallé que la interpretación de lucha por la existencia en el sentido del grito de guerra: ¡Ay de los vencidos! elevado a la altura de un mandato de la naturaleza revelado por la ciencia, estaba tan profundamente arraigado en este país, que se había convertido poco menos que en dogma.

P. Kropotkin, Memorias de un revolucionario

A partir de 1888 Kropotkin comenzó a escribir su obra sociológica, escribiendo tres artículos en «The Nineteenth Century» (“El derrumbe de nuestro sistema industrial;” “El futuro reino de la abundancia;” y, “La ciudad industrial del futuro”) que constituirían la base del libro «Campos, fábricas y talleres», que publicaría posteriormente. Por esta época exponía en conferencias sus ideas sobre la libre distribución, el trabajo voluntario y la abolición del sistema salarial, basándose en el principio: “De cada cual, según su capacidad, a cada cual según su necesidad”.32

A lo largo de 1889 escribió artículos para «Le Revolté» y «The Nineteenth Century» sobre la revolución francesa y sus consecuencias, y en marzo de 1890 publicó el ensayo «Trabajo intelectual y trabajo manual». A partir de septiembre de 1890 publicó en «The Nineteenth Century» los primeros ensayos en respuesta a Thomas Henry Huxley, que se reunirían finalmente en su obra científica más prestigiosa: «El apoyo mutuo: un factor en la evolución».33

Portada de La Conquista del pan, edición francesa.
Portada de La Conquista del pan, edición francesa.

Durante 1892 escribió regularmente artículos de divulgación científica para este mismo periódico, explorando temáticas tan diversas como geología, biología, física y química; también se publicó en Francia «La conquista del pan», con prefacio de Eliseo Reclus. Por esta época la reputación de Kropotkin fue creciendo, obteniendo un gran respeto y éxito como escritor entre el público general, además del reconocimiento académico que se materializaba en las frecuentes invitaciones a pronunciar conferencias sobre temáticas científicas en «la British Association», «la Universidad de Londres» y «el Teacher’s Guild». En 1894 «Contemporary Review» le dedicó un artículo laudatorio titulado “Nuestro refugiado político más distinguido”.34

Durante 1892 los Kropotkin se mudaron a Woodhurst Road, Acton, Londres, Inglaterra, (Reino Unido) pero en 1894 volvieron a cambiar de residencia, estableciéndose en una casa de campo en Bromley, Gran Londres, Inglaterra, (Reino Unido), Kent. Allí cultivaba un huerto, tenía un taller de trabajo donde fabricaba sus propios muebles y un despacho cuyas paredes estaban cubiertas de libros hasta el techo, de acuerdo con la descripción de Rudolf Rocker, que lo visitó en 1896. En su residencia recibía visitas de personajes de todo el mundo como Louise Michel, Fernando Tarrida del Mármol, Emma Goldman, Georg Brandes, entre otros.

El movimiento anarquista inglés comenzó a quedar aislado frente al auge del socialismo parlamentario; en 1895 el grupo «Freedom», el grupo «Commonweal» y «la Liga Socialista» se fusionaron, asumiendo Alfred Marsh como redactor en jefe en reemplazo de Charlotte Wilson.35 Kropotkin que era considerado por el público general más como un sabio erudito que como un anarquista siguió colaborando con el periódico pero sin participar en actividades de propaganda, agitación o activismo, abocándose a la actividad intelectual casi exclusivamente. Durante el Congreso Socialista Internacional de Londres, Inglaterra, (Reino Unido) de 1896, los anarquistas fueron impedidos de participar por los parlamentaristas, estableciéndose una escisión definitiva en el movimiento socialista. Después de protestar enérgicamente, los anarquistas celebraron un congreso separadamente, aunque Kropotkin, algo débil de salud, no tuvo una participación activa.36 El fin de año de 1896 trajo noticias que afectaron profundamente a Kropotkin: la muerte de sus amigos William Morris y Stepniak.

Vejez en Inglaterra
Vejez en Inglaterra

En 1897 participó de las campañas contra el gobierno español, acusado de poner en práctica torturas a los prisioneros en Montjuich, Barcelona, Cataluña, (España), pero su salud empeoró y la propia Sofía lo reemplazó como conferenciante, algo que se tornaría habitual de allí en adelante.

Ese año viajó a América del Norte por medio de la «Sociedad Inglesa para el Patrocinio de la Ciencia», que celebraba una reunión en Toronto, Ontario, (Canadá). En los Estados Unidos pronunció tres conferencias sobre ayuda mutua en el «Instituto Lowell» de Boston, Suffolk, Massachusetts, (Estados Unidos) y otra en Nueva York, (Estados Unidos). En esta última ciudad se entrevistó con Johann Most, Benjamin Tucker y el líder socialista Daniel de Leon.

En Pittsburgh, Allegheny, Pensilvania, (Estados Unidos), intentó visitar a Alexander Berkman que estaba en prisión, pero no se lo permitieron. También arregló para publicar sus «Memorias de un revolucionario» en entregas en el «Atlantic Monthly», que luego se publicaría en forma de libro en 1899.11 Paralelamente trabajó en la actualización y profundización de los artículos que constituirían la edición definitiva de «Campos, fábricas y talleres», publicada también ese año. Durante la Guerra de los Boers Kropotkin se declaró en contra y denunció los crímenes del ejército inglés, a pesar de que podía acarrearle la expulsión del país.

Volvió a los Estados Unidos en 1901, visitó Chicago, Cook, Illinois, (Estados Unidos) y pronunció conferencias en importantes universidades y en el «Instituto Lowell» de Boston, Suffolk, Massachusetts, (Estados Unidos), donde trató sobre literatura rusa, que luego se publicarían como libro en «Ideales y realidades de la literatura rusa».

En Nueva York, (Estados Unidos) habló en la «Liga de Educación Política», en el «Cooper Union» ante 5000 personas y dos veces en un local de la «Quinta Avenida». También pronunció discursos en «Harvard, Cambridge», Cambridge, Massachusetts, (Estados Unidos), y en el Wellesley College, Wellesley, Wellesley, Massachusetts, (Estados Unidos). Además, asistió a varias reuniones y actos organizados por sus amigos anarquistas, siempre muy concurridas y animadas.11 Regresó en mayo a Inglaterra, (Reino Unido) y se dedicó de lleno a sus trabajos teóricos, completando los últimos artículos de «El apoyo mutuo», que saldría a la luz en 1902.

Sus achaques de salud, en especial sus afecciones bronquiales, prácticamente le impidieron volver a la vida pública. En 1903 y 1904 expuso sus teorías geológicas en la Sociedad Geográfica.

En 1904 publicó «La necesidad ética de la época actual» y en 1905 «La moral de la naturaleza». Pero ese año sufrió un ataque cardíaco después de un acto en homenaje a los decembristas, que casi acaba con su vida. La Revolución rusa de 1905 volvió a enfocar a Kropotkin en los asuntos de su país natal. Pero en julio recibió la noticia de la muerte de su amigo Eliseo Reclus; kropotkin escribió artículos en su memoria para el «Geographical Journal» y para «Freedom».

En otoño de 1907 se mudó a una casa en High Gate, Londres, Inglaterra, (Reino Unido) donde terminó los trabajos teóricos pendientes, publicando en 1909 «La Gran Revolución francesa», «El terror en Rusia» y entre 1910 y 1915 una serie de artículos en «The Nineteenth Century» sobre ética y ayuda mutua, evolucionismo, y sobre herencia biológica, tomando partido por un neolamarckismo y criticando las ideas de August Weismann acerca del plasma germinal.37

En los últimos años del siglo XIX el movimiento anarquista ruso había iniciado un cierto florecimiento, lo cual trajo consecuentemente un incremento en la actividad de los grupos emigrados en Suiza, Francia e Inglaterra, (Reino Unido).

En 1903 en Ginebra, (Suiza) apareció «Jleb i volia» (Pan y Libertad), que, introducido ilegalmente, llegó a influir dentro de Rusia. Kropotkin y Cherkésov le dieron su apoyo, escribiendo artículos sin firma. Si bien en lo teórico la influencia de Kropotkin era notoria, no lo era así en otras cuestiones tácticas y de práctica política concreta. Su oposición al terrorismo (es decir, a los asaltos como forma de financiación económica), contrastaba con las prácticas de muchos pequeños grupos anarquistas que actuaban en el interior de Rusia, desestabilizando al régimen zarista.

Abogó por la expropiación, porque el pueblo libre fuera a los almacenes y tomará la comida y la ropa que necesitará, siempre racionalizando. Para la vivienda se actuaría de la misma forma. Los alquileres se suprimirían, las casas vacías serían tomadas por familias que vivieran en la calle. Aquel que tuviera habitaciones libres, podrían ser tomadas por gente que las necesitara.

Declaró que todos los hombres y mujeres tienen derecho al bienestar social. Formuló ideas como las de trabajar cinco horas al día, teniendo el resto del tiempo libre para participar en tareas lúdicas de interés individual. Se comenzaría a contribuir a la sociedad a la edad de 25 años y se terminaría a los 45.

Demostró también cómo un sinfín de asociaciones funcionan sin la autoridad del estado, como «la Cruz Roja» o «la Asociación Inglesa de Salvamento de Náufragos» (Lifeboat Associations). Es más, la evolución de todas estas asociaciones fue vertiginosa, notoria y alabada por todos. El estado lejos de ser el defensor, es el opresor y causante de todos los males del pueblo.

Mostró, además, una nueva y revolucionaria idea. Nos habló del espíritu organizador del pueblo. Pues como el pueblo, lejos de ser una masa de salvajes guiados por su sentido común, con capaces de traer «el nuevo orden» en ausencia de autoridad alguna.

Kropotkin se inclinaba por el anarcosindicalismo, el movimiento de masas y la participación en los soviets (mientras no se convirtiesen en organismo de autoridad). Las discusiones tácticas llevaron a los anarquistas rusos a celebrar dos conferencias en Londres, Inglaterra, (Reino Unido) en diciembre de 1904 y octubre de 1906, y publicando un documento titulado «La revolución rusa y el anarquismo» en 1907. En estos documentos tuvo una fuerte presencia el pensamiento de Kropotkin, influenciado por los acontecimientos revolucionarios de 1905.38 A partir de entonces Kropotkin comenzó a pensar en regresar a Rusia a participar de la lucha contra la autocracia.39

Kropotkin en su estudio

Su salud siguió declinando y en otoño de 1911 volvió a trasladar su residencia, estableciéndose en Kemp Town, Brighton, East Sussex, Inglaterra, (Reino Unido) su último hogar en Inglaterra, (Reino Unido).

Por razones de salud, desde hacía algunos años Kropotkin pasaba los inviernos en el extranjero, para no sufrir las intemperancias del clima. En estos viajes visitó París, Isla de Francia, (Francia) y la región de Bretaña (Francia), Ascona, Locarno, Tesino, (Suiza), Bordighera, Imperia, Liguria, (Italia), Rapallo, Génova, Liguria, (Italia) y Locarno, Tesino, (Suiza), cuyo clima aliviaba su bronquitis crónica.

En 1912 participó en el Congreso Internacional de Eugenesia en Londres Inglaterra, (Reino Unido), donde expuso puntos de vistas críticos hacia la esterilización de personas que defendían algunos científicos. Ese año participó de la campaña para evitar la deportación a Italia de Errico Malatesta, logrando influir al ministro del gabinete liberal John Burns para que se suspendiera dicha medida. En diciembre de 1912, al cumplir 70 años, recibió emotivos homenajes y felicitaciones; en uno de ellos que se celebró en el «Palace Theatre» de Londres, Inglaterra, (Reino Unido) hablaron George Bernard Shaw, George Lansbury y Josiah Wedgwood, entre otros.40

Después de la revolución de 1905 el anarquismo en Rusia experimentó un crecimiento vertiginoso, surgiendo decenas de grupos por todo el país. Las obras de Kropotkin comenzaron a editarse de forma legal o ilegal; su influencia se dio fundamentalmente entre los anarquistas comunistas y en el anarcosindicalismo. El periódico de los emigrados en el que participaba Kropotkin se disolvió y fue reemplazado por «Listkí Jleb i volia», tarea en que colaboró con Alexander SchapiroMaria Goldsmith. Pero en junio de 1907 debió abandonar su publicación. Dedicó sus energías a traducir al ruso y editar buena parte de su obra, entre las que destacan la edición de «La Gran Revolución francesa», finalizada en 1914. Kropokin colaboró también con el periódico de anarquistas emigrados «Rabochi Mir» y en algunos números de «Jleb i volia», que reapareció fugazmente durante 1910 en París, Isla de Francia, (Francia).

Durante los años previos a la Primera Guerra Mundial, rompiendo con el tradicional anti belicismo de los anarquistas, tomó partido por la Francia republicana frente al Imperio Alemán de Bismarck, al que consideraba el mayor peligro, ya que pensaba que era necesario oponerse a la política extremadamente militarista de Alemania para generar un contrapeso geopolítico.41 Al iniciarse el conflicto, se produjo una brecha entre Kropotkin, Jean Grave y los anarquistas que apoyaban la intervención en la guerra, con el movimiento anarquista internacional, lo cual le valió fuertes críticas y la ruptura con muchos de sus viejos amigos como Dumartheray, Herzig y Luigi Bertoni.42 Esta actitud le llevó a una disputa con los miembros de «Freedom», que publicó una carta de Malatesta43 demoledoramente crítica hacia el belicismo de Kropotkin, que representaba la opinión mayoritaria del movimiento anarquista.

Después de una violenta discusión con Thomas Keell, director de «Freedom», Kropotkin, Cherkésov, Sofía y otros anarquistas favorables a los Aliados se abrieron del grupo editorial del que eran fundadores.44 Casi todos los anarquistas manifestaron su rechazo a la guerra y su desacuerdo con Kropotkin, que fue apoyado por Jean Grave, James Guillaume, Paul Reclus, Carlos Malato, Christiaan Cornelissen; estos firmaron una declaración belicista conocida como el «Manifiesto de los Dieciséis», y editaron su propio periódico, «La Bataille Syndicaliste». Este manifiesto fue también respondido por otro manifiesto de oposición a la guerra, apoyado por Malatesta, Schapiro, Emma Goldman, Alexander Berkman, Thomas Keell y Rudolf Rocker, entre otros.45 Poco después manifestaron su crítica al grupo de anarquistas belicistas Luigi Fabbri, Émile Armand y Sebastian Faure.

Kropotkin y su grupo quedaron prácticamente aislados no solo dentro del movimiento anarquista, sino también del movimiento socialista en general. La posición de Kropotkin fue aprovechada por Lenin para calificarlo de pequeño burgués y patriotero, y así poder atacar a los anarquistas, en su amplia mayoría contrarios a la guerra. Kropotkin perdió contacto con sus viejos amigos anarquistas y se recluyó en su residencia, hasta que en marzo de 1917 llegaron las primeras noticias acerca de la caída del zarismo.

Kropotkin a su paso por Haparanda en 1917
Kropotkin a su paso por Haparanda en 1917

Tras la Revolución de Febrero Kropotkin decidió emprender el regreso, entusiasmado por el giro de los acontecimientos. A mediados de 1917 embarcó de incógnito en Aberdeen, Escocia, (Reino Unido) con destino a Bergen, Midhordland, Hordaland, (Noruega), pero a pesar del secreto fue recibido por una manifestación de trabajadores y estudiantes.

Atravesó Suecia y Finlandia, regresando a Rusia después de 41 años. Durante todo el viaje recibió muestras de apoyo y afecto por cada pueblo que pasó. Llegó a Petrogrado, Noroeste, (Rusia) en ferrocarril a las dos de la madrugada, siendo recibido en la estación por un regimiento militar, una banda interpretando La Marsellesa y una manifestación de bienvenida de 70 000 personas.

Este período se caracterizó por una frenética participación en actos, discursos y reuniones, lo que afectó gravemente a su salud deteriorada. Pero no se recompuso su relación con el grueso del movimiento anarquista, ya que Kropotkin seguía insistiendo en que la participación en la guerra aseguraría las conquistas de la revolución; lo que «le llevó a situaciones y compañías equívocas».46 La inmensa mayoría de los anarquistas no apoyaba la guerra, razón por la cual mantuvo relaciones ocasionales con los mencheviques, y otros partidos constitucionalistas belicistas alejados del sector revolucionario. Kerensky le ofreció un cargo en el gobierno, una fuerte pensión mensual y residencia en el Palacio de Invierno, pero Kropotkin lo rechazó dignamente, aunque no rehusó brindar sus consejos informalmente.47

En agosto abandonó la frenética Petrogrado, Noroeste, (Rusia) y se estableció en Moscú, Centro, Central, (Rusia) participando poco después en la Conferencia de Estado de todos los partidos como orador, donde se manifestó crítico con las políticas bolcheviques, y a favor de continuación de la guerra y de la constitución de una república federal. Estas manifestaciones reformistas y moderadas fueron utilizadas por los bolcheviques para desacreditar a Kropotkin y contragolpear a los anarquistas.

La Revolución de Octubre acabó con el gobierno de Kerensky, asumiendo el poder los bolcheviques. El fin de la guerra y la radicalización del movimiento de masas acabaron con el desconcierto ideológico que se había apoderado de Kropotkin desde su apoyo a la Entente, y retomó sus principios anarquistas. Se abocó a trabajar en la «Liga Federalista», un grupo de estudiosos de las problemáticas sociológicas que impulsaba el federalismo y la descentralización, brindaba datos estadísticos y estudios al público, pero a mediados de 1918 fue suprimida por las autoridades bolcheviques. Si bien Kropotkin no fue personalmente afectado por la represión (ya que lo consideraban inofensivo), los bolcheviques iniciaron su represión no sólo contra los opositores mencheviques y socialrevolucionarios, sino también contra los grupos, organizaciones y periódicos anarquistas, que habían apoyado el movimiento de masas en la Revolución de Octubre. Esta situación y el fin de la guerra, lo acercaron a los anarquistas rusos, con quienes recompuso sus buenas relaciones, teniendo tratos con Gregori Maximov, Volin y Alexander Shapiro.

Multitud acompañando al féretro de Kropotkin
Multitud acompañando al féretro de Kropotkin

En la primavera de 1918 Kropotkin recibió la visita de Néstor Majnó, líder campesino de los anarquistas de Ucrania. En Dmítrov se encargó de reorganizar el museo local, y se abocó a terminar su «Ética» (que finalmente quedará inconclusa), que debía interrumpir por períodos su trabajo a causa de problemas de salud. Kropotkin, a pesar de su enfrentamiento con los bolcheviques, rechazaba aún más el intervencionismo de los Aliados occidentales en los asuntos rusos. A principios de mayo de 1919 se entrevistó con Lenin en Moscú, haciendo Kropotkin una defensa de las cooperativas que los bolcheviques atacaban, y criticando los métodos coercitivos y la burocracia de los bolcheviques, aunque el tono general de la entrevista fue cordial. Más adelante le escribiría a Lenin en tres oportunidades, pero sus peticiones y críticas nunca fueron atendidas.48

Los métodos bolcheviques hicieron que Kropotkin endureciera su visión crítica. Esta actitud ha sido testimoniada por los visitantes Alexander Berkman, Emma Goldman, Alexander Shapiro, Ángel Pestaña y Agustín Souchy Bauer y por las cartas que escribió Kropotkin a Georg Brandes y a Alexander Atabekian. Escribió en junio de 1920 una «Carta a los obreros del mundo occidental» donde expuso sus concepciones anarquistas y sus críticas a la Revolución lúcidamente. En 1920 escribió una dura carta a Lenin reprochándole la práctica de amenazar con asesinar a los prisioneros de guerra para protegerse de sus adversarios.

Ha aparecido la noticia, en los diarios «Izvestia» y «Pravda» que da a conocer la decisión del gobierno soviético de tomar como rehenes a algunos miembros de los grupos de Sávinkov y Cherkov del partido socialdemócrata, del centro táctico nacionalista de los guardias blancos, y a oficiales de Wrangel, para que, en caso de que sea cometido un intento de asesinato contra 108 líderes de los soviets, sean «exterminados sin piedad» tales rehenes. ¿Es que realmente no hay nadie cerca de usted que recuerde a sus camaradas y les persuada de que tales medidas representan un retorno al peor periodo de la Edad Media y de las guerras religiosas, y es totalmente decepcionante de gente que se ha echado a cuestas la creación de la sociedad en consonancia con los principios comunistas? Cualquier persona que ame el futuro del comunismo no puede lanzarse a lograrlo con tales medidas… …Pienso que deben tomar en cuenta que el futuro del comunismo es más precioso que sus propias vidas. Y me alegrarla que con sus reflexiones renuncien a este tipo de medidas. Con todo y estas muy serias deficiencias, la revolución de octubre ha traído un enorme progreso. Ha demostrado que la revolución social no es imposible, cosa que la gente de Europa Occidental ya habla empezado a pensar. y que, a pesar de sus defectos está trayendo algún progreso en dirección a la igualdad. Por qué entonces golpear a la revolución empujándola a un camino que la lleva a su destrucción, sobre todo por defectos que no son inherentes al socialismo o al comunismo, ¿sino que representa la sobrevivencia del viejo orden y de los antiguos efectos destructivos de la omnívora autoridad ilimitada?

P. Kropotkin

Kropotkin en su lecho de muerte.
Kropotkin en su lecho de muerte.

Kropotkin volvió a entrevistarse con Lenin, donde le expuso sus puntos de vista. A partir de noviembre su salud comenzó a deteriorarse, y el 23 de diciembre de 1920 escribió al anarquista holandés P. de Reyger su última carta. En enero comenzó a padecer una neumonía, y a pesar de los cuidados médicos, falleció a las 3 de la madrugada del 8 de febrero de 1921, en Dmítrov, Moscú, (Rusia).

El gobierno bolchevique ofreció un funeral oficial pero la familia y amigos anarquistas rechazaron la oferta. Los grupos anarquistas rusos formaron una comisión fúnebre para organizar la ceremonia, entre los que se destacaban Alexander Berkman, Emma Goldman y Sasha Kropotkin. Desde las autoridades locales apenas se permitió la edición de dos folletos en su memoria que debían pasar por la censura previa, por lo que los anarquistas reabrieron una imprenta clausurada por la Cheka y editaron los folletos sin censura previa.49

Oradores en el funeral: Goldman, Baron, Maximov y Berkman
Oradores en el funeral: Goldman, Baron, Maximov y Berkman

Mientras tanto, cientos de obreros, estudiantes, campesinos, funcionarios y soldados pasaban por la pequeña vivienda a despedirse del viejo revolucionario. Las escuelas permanecieron cerradas en señal de duelo y los niños arrojaban ramas de pino al paso de la comitiva que transportaba el cuerpo de Kropotkin. El ataúd fue llevado a la estación del ferrocarril, y de allí en tren a Moscú, Centro, Central, (Rusia). Una multitud recibió el féretro y lo acompañó hasta el Palacio del Trabajo. Los anarquistas presionaron al gobierno para que se liberase provisionalmente a los anarquistas detenidos y se les permitiese acudir a la celebración. Kámenev les prometió liberar a los detenidos a cambio de que los anarquistas no convirtiesen el ceremonial en una manifestación de repudio al gobierno. En mitad del acto llegaron solo siete de los anarquistas detenidos, entre los cuales se encontraban Aarón Barón, y Gregori Maximov.5051

La multitud de unas 100.000 personas acompañó al féretro los 8 kilómetros que distaban hasta el Cementerio Novodévichi situado en Moscú, Centro, Central, (Rusia). Los seguía una orquesta que ejecutaba la Sinfonía Patética de Chaicovski. Cientos de banderas de partidos políticos, sociedades científicas, sindicatos y organizaciones estudiantiles ondeaban entre los concurrentes. También flameaban las banderas negras de los anarquistas. En el Museo Tolstói también ondeaba la bandera negra, y al pasar los manifestantes por la Prisión de Butirka, Moscú, Centro, Central, (Rusia) los presos políticos extendían los brazos por las ventanillas enrejadas para saludar. Una vez en el cementerio, los oradores fueron pronunciando sus homenajes; el último en hablar fue Aarón Barón, uno de los anarquistas presos liberados provisionalmente, que audazmente protestó contra el gobierno bolchevique, las cárceles y las torturas contra los revolucionarios opositores. El entierro de Kropotkin fue la última manifestación masiva del anarquismo ruso durante el gobierno bolchevique.52 51

Pensamiento.

Político.

Conferencia de Kropotkin en Inglaterra
Conferencia de Kropotkin en Inglaterra

Hasta el momento, en las bases del anarquismo encontrábamos la colectivización de los medios de producción, gestionados éstos por sociedades obreras. También encontramos un salario según lo realizado por cada uno/a y la desaparición del Estado y del gobierno. Ideas llegadas gracias a las aportaciones de Proudhon, Guillaume, Bakunin… El tema central de los numerosos trabajos de Kropotkin fue la abolición de toda forma de gobierno en favor de una sociedad que se rigiera exclusivamente por el principio de la ayuda mutua (título de uno de sus libros) y la cooperación, sin necesidad de instituciones estatales. Esa sociedad ideal (comunismo anarquista o anarcocomunismo) sería el último paso de un proceso revolucionario que pasaría antes por una fase de colectivismo (el anarcocolectivismo, teoría en ciertos aspectos cercana al tipo de comunismo planteado aquí). Su ideario anarco-comunista se basaba en principios como el de «a cada cual según su necesidad, de cada cual según su capacidad», en contra de lo que pensaba Bakunin. Probablemente su libro más importante para el pensamiento anarquista sea «La Conquista del Pan» (1892). Según lo resume Ángel Cappelletti,

La tesis sustentada por Kropotkin en esta obra se reduce a lo siguiente: Todos los bienes que dispone hoy la sociedad son producto del trabajo mancomunado y solidario de los hombres de ayer y de hoy. Todos los bienes, por tanto, pertenecen por igual a todos, desde el momento en que resulta imposible discriminar la parte que en su producción ha tenido cada uno.53

Aun así, el comunismo libertario de Kropotkin, no estuvo exento de algunas divergencias frente a las tesis proudhonianasbakunistas. Kropotkin basaba su pensamiento en torno a tres ejes:

  1. ¿Cómo organizar la producción y el consumo en una sociedad libre?: Mediante la colectivización de los medios de producción y los bienes obtenidos, junto con una racionalización de la economía y la creación de la comuna autosuficiente (la comuna suprime las diferencias campo-ciudad, crea una descentralización industrial y también suprime la división del trabajo). Además, por el contrario del capitalismo, no rige el principio de máximo beneficio individual, puesto que rige un principio más justo e igualitario: «a cada cual, según su trabajo». Sustentado todo en el apoyo mutuo.
  2. Apoyo mutuo: En el apoyo mutuo reside una interpretación más amplia del evolucionismo darwiniano: Kropotkin demuestra que la cooperación y la ayuda recíproca son prácticas comunes y esenciales en la naturaleza humana. Si se renuncia a la solidaridad por la codicia, se cae en la jerarquización social y el despotismo.
  3. Concepción moral y ética: Sólo una moral basada en la libertad, solidaridad y justicia, puede superar los instintos destructivos que también forman parte de la naturaleza humana. En todo caso, la ciencia ha de ser la guía de los fundamentos éticos y no de principios sobrenaturales. La investigación de las estructuras sociales, debe producir el conocimiento de las necesidades humanas, base para el desarrollo de una sociedad libre.

Naturalista.

En su faceta de naturalista, planteó la importancia de la cooperación como factor clave en la evolución paralelo a la competencia. Su trabajo más famoso, «La ayuda mutua», («El apoyo mutuo») escrito a partir de sus experiencias en las expediciones científicas durante su estancia en Siberia, critica las ideas de Thomas Henry Huxley y Herbert Spencer (padre del darwinismo social) que basaban la selección natural en la lucha entre individuos. En un principio, los procesos en los cuales las especies basaban sus interacciones intraespecíficas e interespecíficas se habían relacionado principalmente con dos conceptos importantes: «lucha por la existencia» y «altruismo». Ambos términos fueron trascendentales en la concepción darwinista de la evolución. Sin embargo, el primero de ellos fue para muchos el que aportaba más elementos para explicar la evolución de las especies. Kropotkin para refutar la lucha por la vida como eje central en la evolución, realiza una serie de estudios en Siberia de 1862 a 1867 y observa que las especies en esa parte de Asia septentrional, lejos de ostentar una lucha encarnizada por sobrevivir, mostraban una conducta altruista que él definiría como «El apoyo mutuo». De tal forma, el altruismo entre las especies fue para él lo que proporcionará a las mismas el éxito en la lucha por la existencia.

Sus obras fueron escritas tanto en inglés como en francés en principio popularizándose en otros idiomas como el español, actualmente existen ejemplares en múltiples idiomas.

Obra

AñoTítulo originalTítulo en castellanoEditor/ciudad
1873Dolzhnyi-li my zaniat’sia rassmotreniem ideala budushchego stroia?¿Debemos encargarnos de examinar el ideal de un sistema futuro?Reproducido en Byloe, no. 17 (1921)
1873Pugachev ili bunt 1773 godaGinebra
1876A propos de la question d’OrientA propósito de la cuestión de OrienteBulletin de la Fèdèration Jurassienne de l’Association Internationale des Travailleurs. Ginebra
1876Research on the Ice ageInvestigación sobre la era glacialNotices of the Imperial Russian Geographical Society
1877Nouvelles de l’extérieur: RussieNoticias del exterior: RusiaBulletin de la Fèdèration Jurassienne. Ginebra
1877Les Trades UnionsLos sindicatosBulletin de la Fèdèration Jurassienne. Ginebra
1877Affaires d’AmériqueAsuntos de AméricaBulletin de la Fèdèration Jurassienne. Ginebra
1877Bulletin internationalBoletín internacionalL’Avant-Garde
1877Le Vorwärts et le peuple russseEl Adelante y el pueblo rusoBulletin de la Fèdèration Jurassienne. Ginebra
1879Idée anarchiste au point de vue de sa réalisation pratiqueLa idea anarquista desde el punto de vista de su realización prácticaLe Révolté. Ginebra
1879Le Procès de SolovieffEl proceso de SolovieffGinebra
1879La SituationLa situaciónLe Révolté. Ginebra
1879La Décomposition des EtatsLa descomposición de los EstadosLe Révolté. Ginebra
1880La Commune de ParisLa Comuna de ParísLe Révolté. Ginebra
1880L’Année 1879El año 1879Le Révolté. Ginebra
1880Le Gouvernement représentatifEl gobierno representativoLe Révolté. Ginebra
1880Les Pendaisons en RussieLas ejecuciones en RusiaLe Révolté. Ginebra
1880La CommuneLa ComunaLe Révolté. Ginebra
1880Aux Jeunes GensA los jóvenesLe Révolté. Ginebra
1880La Question agraireLa cuestión agrariaLe Révolté. Ginebra
1880Les ÉlectionsLas eleccionesLe Révolté. Ginebra
1881L’Année 1880El año 1880Le Révolté. Ginebra
1881Les Ennemis du peupleLos enemigos del puebloLe Révolté. Ginebra
1881La Commune de ParisLa comuna de ParísLe Révolté. Ginebra
1881La Situation en RussieLa situación en RusiaLe Révolté. Ginebra
1881La Vérité sur les exécutions en RussieLa verdad sobre las ejecuciones en RusiaLe Révolté. Ginebra
1881L’Espirit de RévoltéEl espíritu de rebeliónLe Révolté. Ginebra (Ed. cast: Folletos Revolucionarios, R. N. Baldwin, comp.)
1881Tous socialistesTodos socialistasLe Révolté. Ginebra
1881L’OrdreEl ordenLe Révolté. Ginebra
1881Les Minorités révolutionnairesLas minorías revolucionariasLe Révolté. Ginebra
1881L’Organisation ouvrièreLa organización obreraLe Révolté. Ginebra
1882The Russian Revolutionary PartyEl partido revolucionario rusoThe Newcastle Chronicle/Fortnightly Review
1882L’ExpropriationLa expropiaciónLe Révolté. Ginebra
1882La Guerre.La guerraLe Révolté. Ginebra
1882Les Droits politiquesLos derechos políticosLe Révolté. Ginebra
1882Théorie et pratiqueTeoría y prácticaLe Révolté. Ginebra
1882L’Anniversaire du 18 marsEl aniversario del 18 de marzoLe Révolté. Ginebra
1882La Loi de l’autoritéLa ley de la autoridadLe Révolté. Ginebra
1882Le Gouvernement pendant la révolutionEl gobierno durante la revoluciónLe Révolté. Ginebra
1882Les Préludes de la révolutionLos preludios de la revoluciónLe Révolté. Ginebra
1882La Situation en FranceLa situación en FranciaLe Révolté. Ginebra
1883Russian PrisonsLas prisiones rusasThe Nineteenth Century. Londres
1883The Fortress Prison of St PetersburgLa prisión fortaleza de San PetersburgoThe Nineteenth Century. Londres
1883Outcast RussiaRusia marginalThe Nineteenth Century. Londres
1884Exile in SiberiaExilio en SiberiaThe Nineteenth Century. Londres
1885Finland: a Rising NationalityFinlandia: una nacionalidad nacienteThe Nineteenth Century. Londres
1885Paroles d’un Révolté.Palabras de un rebeldeed. Elisée Reclus. París; Flammarion. Montreal; Black Rose Books. New York (1992)
1885What Geography Ought to BeLo que debe ser la geografía.The Nineteenth Century. Londres
1886The Place of Anarchism in Socialistic Evolution.El lugar del anarquismo en la evolución socialistaLe Révolté. Ginebra
1886L’ExpropriationLa expropiaciónLe Révolté. Ginebra
1886Anarchy in Socialist EvolutionLa anarquía en la evolución socialistaLe Révolté. Ginebra
1886Comment on s’enrichitComo se han enriquecidoLe Révolté. Ginebra
1886La Pratique de l’expropriationLa práctica de la expropiaciónLe Révolté. Ginebra
1886La Guerre socialeLa guerra socialLe Révolté. Ginebra
1886Les Ateliers nationauxLos talleres nacionalesLe Révolté. Ginebra
1887In Russian and French PrisonsLas prisionesWard and Downey. Londres
1887The Coming AnarchyLa anarquía por venirThe Nineteenth Century. Londres
1887The Scientific Basis of AnarchyLas bases científicas de la anarquíaThe Nineteenth Century. Londres
1888The Industrial Village of the FutureLa ciudad industrial del futuroThe Nineteenth Century. Londres
1888Le SalariatEl asalariadoLa Révolte. París
1889Le centenaire de la révolutionEl centenario de la revoluciónLa Révolte. París
1889Ce que c’est qu’une gréveQué es una huelga.La Révolte. París
1890Brain Work and Manual WorkTrabajo intelectual y trabajo manualThe Nineteenth Century. Londres
1890La morale anarchiste au point de vue de sa réalisation pratiqueLa moral anarquista del punto de vista de su realización prácticaLa Révolte. París
1890Le Mouvement ouvrier en AngleterreEl movimiento obrero en InglaterraLa Révolte. París
1890Le Premier MaiEl primero de mayoLa Révolte. París
1891La Morale anarchisteLa moral anarquistaFolleto. París
1891Anarchist-Communism: Its Basis and PrinciplesEl comunismo anarquista: su base y sus principiosFolleto. Londres (Ed. cast: Folletos Revolucionarios, R. N. Baldwin, comp.)
1891Les Gréves anglaisesLas huelgas inglesasLa Révolte. París
1891L’EntenteLa EntenteLa Révolte. París
1891Etude sur la RévolutionEstudio sobre la revoluciónLa Révolte. París
1891Message to delegates at the meeting of British and French Trade UnionistsMensaje a los delegados en el encuentro de sindicalistas británicos y francesesFreedom. Londres
1891La Mort de la nouvelle InternationaleLa muerte de la nueva InternacionalLa Révolte. París
1892La Conquête du PainLa conquista del panParís
1892Affaire de ChamblesEl asunto de ChamblesLa Révolte. París
1892Le TerrorismeEl terrorismoLa Révolte. París
1892ExplicationExplicaciónLa Révolte. París
1892The Spirit of RevoltEl espíritu de rebeliónCommonweal
1893On the Teaching of PhysiographyAcerca de la enseñanza de la fisiografíaGeographic Journal, vol. 2, p. 350-359. Londres
1893L’agricultureLa agriculturaLa Révolte. París
1893Speech on Anarchism at Grafton HallDiscurso en Grafton Hill sobre el AnarquismoFreedom
1893Les Principes dans la révolutionLos principios en la revoluciónLa Révolte. París
1893Un Siècle d’attenteUn siglo de esperaParís
1894Les Temps nouveauxLos tiempos nuevosParís
1895The Commune of ParisLa comuna de ParísFreedom Pamphlets, no. 2, London: W. Reeves
1895The Present Condition in RussiaLas condiciones actuales en RusiaThe Nineteenth Century. V. 38, pp. 519-35. Londres
1896L’anarchie: sa philosophie, son idéal.El anarquismo: su filosofía y su idealLibr. Sociale. Paris (Ed. cast: Folletos Revolucionarios, R. N. Baldwin, comp.)
1896L’Anarchie dans L’Evolution socialisteLa anarquía en la evolución socialistaLa Révolte. París
1896An Appeal to the YoungLlamado a los jóvenesW. Reeves. Londres
1897La Grande Grève des Docks(con John Burns)La gran huelga de los muellesBibliothèque des Temps nouveaux. París
1897L’Etat: son rôle historiqueEl estado y su rol históricoLes Temps Nouveaux. París (Hay ed. castellana)
1897JSTOR The population of RussiaLa población de RusiaThe Geographical Journal, Vol. 10, No. 2, pp. 196-202. Londres
1898JSTOR The old beds of the Amu-DariaLos antiguos cauces del Amu-DariaThe Geographical Journal, Vol. 12, No. 3, pp. 306-310. Londres
1898Anarchist moralityMoralidad anarquistaFree Society. San Francisco
1898Some of the Resources of CanadaAlgunos de los recursos de CanadáThe Nineteenth Century. March, pp. 494-514. Londres
1899CésarismeCesarismoLes Temps Nouveaux. París
1899Fields, Factories and WorkshopsCampos, fábricas y talleresHutchinson. Londres
1899Memoirs of a RevolutionistMemorias de un revolucionarioHoughton, Mifflin. Nueva York
1900Communisme et anarchieComunismo y anarquíaLes Temps Nouveaux. París
1901L’Organisation de la vindicte appellée JusticeLa organización de la venganza apodada JusticiaParís
1901Modern Science and AnarchismCiencia moderna y anarquismoLondres. Ed. en ruso; en inglés en 1903. (Ed. cast: Folletos Revolucionarios, R. N. Baldwin, comp.)
1901The Development of Trade UnionismEl desarrollo del sindicalismoLondres
1902Mutual AidEl apoyo mutuoHeinemann. Londres
1902Zapiski revolutsioneraLondres
1903On Spherical Maps and Reliefs: Discussion.Discusión con Mr. Mackinder; Mr. Ravenstein; Dr. Herbertson; Mr. Andrews; Cobden Sanderson y Elisée Reclus.The Geographical Journal, Vol. 22, No. 3, pp. 294-299, JSTOR
1904The desiccation of Eur-AsiaLa desecación de EurasiaGeographical Journal, 23, 722-741
1904Baron TollEl barón TollThe Geographical Journal, Vol. 23, No. 6, pp. 770-772, JSTOR
1904The ethical needs of the present dayLas necesidades éticas del presenteThe Nineteenth Century LVI (330), pp. 207-26. Londres
1904Comment fut fondé Le RévoltéComo fue fundado Le RevoltéLes Temps Nouveaux. París
1904Maxim GorkyMáximo GorkiThe Independent, Vol. 57, No. 2924, pp. 1378-1371. New York; W. S. Benedict.
1905Ideals and realities in Russian literatureIdales y realidades en la literatura rusaBoston: McClure, Philips and Co., 1919; New York: A. A. Knopf, 1915
1905The Constitutional Agitation in RussiaLa agitación constitucionalista en RusiaThe Nineteenth Century. Londres
1905BakuninJleb I volia
1905The Revolution in RussiaLa revolución en RusiaThe Nineteenth Century. Londres
1906Nashe otnoshenie k kret’ianskim i rabochim soiuzamJleb i volia. Londres
1909The Terror in RussiaEl terror en RusiaMethuen. Londres
1909The Great French Revolution, 1789-1793La gran revolución francesaLondres (Hay ed. castellana. Ed Proyección, Buenos Aires, 1977)
1910AnarchismAnarquismoThe Encyclopaedia Britannica, 11th edition (Ed. cast: Folletos Revolucionarios, R. N. Baldwin, comp.)
1910Insurrection et révolutionInsurrección y revoluciónLes Temps Nouveaux. París
1913La Croisade la science de M. BergsonLa cruzada en la ciencia de M. BergsonLes Temps Nouveaux. París
1913The Coming WarLa guerra próximaThe Nineteenth Century. Londres
1914L’action anarchiste dans la révolutionLa acción anarquista en la revoluciónParís
1916La Nouvelle InternationaleLa nueva InternacionalParís
1916War!¡Guerra!William Reeves. Londres
s/dLaw and authority; an anarchist essayLey y autoridad; un ensayo anarquistaWilliam Reeves. Londres
1919Direct Action of Environment and EvolutionLa acción directa del ambiente y la evoluciónThe Nineteenth Century, V. 85, pp. 70-89. Londres
1920The Wage SystemEl sistema salarialFreedom Phamphlets
1921Ideal v revoliutsiiIdeal en la revoluciónByloe n°17
1922EtikaÉticaPetrogrado-Moscú; Golos Truda
1923Chto delat’?¿Qué hacer?Rabochii put’; no. 5. Berlin
1924Ethics: Origin and DevelopmentÉtica: su origen y evolución.George G. Harrap & Co., Ltd. Londres

Lista de publicaciones.

Diversas publicaciones de la época editaron numerosos artículos y cartas de Kropotkin. Entre estas se destacan:

«The Times», «Nature», «Daily Chronicle», «The Nineteenth Century», «Forthnightly Review», «The Atlantic Monthly», «La Revue Scientifique», «The Geographical Journal, Freedom», «Le Révolté», «Temps Nouveaux», «L’Avant Garde», «Commonweal», «Jleb i volia», «L’Intransigeant», «Litski Jleb i volia», «Voice of Labour», «Newcastle Daily News», «Arbeiterfreund», «Tierra y Libertad», «Bataille Syndicaliste», «The Speaker», «Le Soir» y «Ecole Renouvé» (Bruselas),«La Protesta», «Probuzhdenie» (Detroit), «Golos Truda, Dielo Truda e Independent» (Nueva York), «Politiken» (Copenhague), «The Alarm»,«El Productor» (Barcelona), «Avant Courier» (Oregón), «La Revista Blanca» (Madrid).

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Cronología.

  • 1842 – Nace en Moscú, Rusia, un 9 de diciembre, en el seno de una familia rica y noble.
  • 1857 – Se une al Cuerpo de Pajes donde inicia su reputación de rebelde.
  • 1858 – Sus primeros escritos presentan interés en economía política y estadística.
  • 1861 – Primera experiencia en la prisión causada por participar en una protesta estudiantil.
  • 1862 – Se desilusiona de la realeza cuando como page de chambre del zar es testigo de las extravagancias de la corte.
  • 1862-1867 – Se incorpora al servicio militar en Siberia donde conoce las condiciones de vida locales y la corruptela administrativa regional.
  • 1868-1870 – Realiza investigaciones y estudios geográficos.
  • 1871 – Se interesa en el movimiento obrero y por los eventos de la Comuna de París.
  • 1872 – Viaja a Suiza donde su une a la Internacional; retorna a Rusia con gran cantidad de literatura socialista prohibida.
  • 1873 – Como miembro del Círculo Chaicovsky, colabora en reescribir panfletos de modo que pudieran ser entendidos por gente de poca educación; muestra gran capacidad para comunicarse a los trabajadores.
  • 1874 – Es encarcelado en la Fortaleza de Pedro y Pablo por actividades revolucionarias. Con la intervención de la Sociedad Geográfica Rusa, se le otorga un permiso especial para trabajar en una investigación sobre los periodos glaciales.
  • 1876 – Escapa de un hospital militar y se traslada a Inglaterra.
  • 1877 – Retorna a Suiza a trabajar con la Federación del Jura. Asiste a las reuniones de la Primera Internacional en Gante.
  • 1878 – Contrae matrimonio con Sofía Ananiev.
  • 1881 – Asiste al congreso de la Internacional Anarquista en Londres. Apoya la propaganda por el hecho y el asesinato del zar Alejandro II. Es expulsado de Suiza. El gobierno ruso planea asesinarlo, pero el complot es descubierto con gran escándalo.
  • 1882 – A poco de mudarse a Francia es arrestado por su trabajo en la Primera Internacional y es sentenciado a 5 años de prisión. Es liberado en 1886 con la condición de abandonar Francia.
  • 1886 – Vuelve a Inglaterra. Se entera del suicidio de su hermano Alexander, exiliado en Siberia por cuestiones políticas. Es cofundador del periódico británico Freedom.
  • 1890 — Se dedica a escribir. Visita Canadá y los Estados Unidos en 1897. El Atlantic Monthly publica sus memorias. Desarrolla su teoría anarcocomunista.
  • 1901-1909 – Escribe material en ruso para sus compatriotas. Se siente desilusionado con los resultados de la Revolución rusa de 1905.
  • 1909-1914 – Vuelve a Suiza e intenta publicar sobre una masacre de 270 obreros en las minas de oro de Lena, pero con el inicio de la Primera Guerra Mundial debe dejarse de lado esta actividad. Retorna a Inglaterra y se instala en Brighton.
  • 1914-1917 – Apoya al bando aliado en guerra con Alemania, y es coautor del Manifiesto de los dieciséis. Su posición belicista lo aleja de muchos compañeros anarquistas, especialmente de Errico Malatesta.
  • 1917 – Retorna a Petrogrado donde ayuda al gobierno de Kerensky como consejero político. Esta actividad finaliza al tomar el poder los bolcheviques. Vive aislado y en la pobreza sus últimos años, crítico al gobierno de Lenin.
  • 1921 – Su funeral en el Cementerio Novodévichi, con la aprobación de Lenin convoca a 200 000 personas, última manifestación pública masiva de los anarquistas hasta 1987.

Notas

  1. En la Rusia zarista el título de príncipe designaba a un noble de la alta aristocracia, normalmente emparentado con la familia imperial. No se trata, pues, del sentido usual de príncipe en otros países. Véase príncipe.
  2. Ya en 1858 Kropotkin había tenido su primer contacto con las ideas revolucionarias, cuando leyó la revista de Herzen, La Estrella Polar. «Con un sentimiento que rayaba en veneración acostumbraba yo mirar el medallón impreso en la cubierta de La Estrella Polar, y que representaba las nobles cabezas de los cinco decembristas a quienes ahorcó Nicolás I después de la rebelión del 14 de diciembre de 1825: Bestúzhev, Kajovski, Péstel, Ryléyev y Muraviov-Apóstol». P. Kropotkin; Memorias de un revolucionario
  3. Durante este período se formó en astronomía, física, historia, literatura y filosofía, y tuvo noticia de las ideas evolucionistas de Charles Darwin, que tanto contribuirían a su formación. (George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 42-46.)
  4. Kukel había sido designado gobernador de Transbaikalie y había tenido una relación amistosa con Bakunin (George Woodcoocke Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 60-63).
  5. Las reformas que sugirió la investigación de Kropotkin nunca fueron aplicadas (George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 68-69)
  6. La lectura del Sistema de contradicciones económicas de Proudhon y los comentarios de N. Sokolov, provocaron que el joven Kropotkin se convirtiese en socialista. (George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 66.)
  7. George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 76-80
  8. En 1873, publicó una importante contribución a la ciencia: un mapa en el que probaba que todos los mapas existentes hasta ese entonces representaban erróneamente la estructura física de Asia; las principales líneas estructurales corrían en verdad de sudoeste hacia el noreste, no de norte a sur o de este a oeste como se creía. Ver, George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 84-87
  9. George Woodcoock e Iván Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 90-91
  10. George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 90-94
  11. a b c d e f Historia de la vida de Kropotkin, por Roger Baldwin, en: Kropotkin’s Revolutionary Pamphlets. R.N. Baldwin, ed. Vanguard Press, Inc. 1927
  12. George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 109-110
  13. George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 112-116
  14.  No podía conciliar este tira y afloja de los jefes con los fogosos discursos que había oído pronunciar en la tribuna, lo que me produjo tanta desilusión que indiqué a Utin mi intención de ponerme en contacto con otra agrupación de la Asociación Internacional de Ginebra, que era conocida por la bakuninista, porque la palabra anarquista no estaba aún muy generalizada. Utin me dio en el acto cuatro cartas para otro ruso llamado Nikolái Zhukovski, que pertenecía a ella, y mirándome fijamente a la cara, me dijo suspirando: «Ya no volveréis más a nuestro lado; os quedaréis con ellos.» Y acertó en su pronóstico.
      P. Kropotkin; Memorias de un revolucionario.
  15. Esta federación, integrada en su mayoría por obreros relojeros suizos, era «una asociación sin ambiciones políticas y que no hacía distinciones entre los líderes y sus militantes de base. Esta federación había sido enormemente influida por las teorías del anarquista ruso Mijaíl Bakunin, al que Kropotkin no llegó a conocer (Historia de la vida de Kropotkin, por Roger Baldwin, en: Kropotkin’s Revolutionary Pamphlets. R.N. Baldwin, ed. Vanguard Press, Inc. 1927)
  16.  Dicha sociedad empezó sus actividades con un grupo insignificante de jóvenes, entre los que se hallaba Sofía Peróvskaia, quien entró en él con objeto de mejorar y perfeccionar su educación; y en su seno se encontraba también el amigo antes mencionado. En 1869, Necháiev había intentado formar una organización revolucionaria secreta entre la juventud, imbuida del deseo anteriormente referido de trabajar entre el pueblo, y para conseguir tal resultado, apeló a los recursos de los antiguos conspiradores, sin retroceder ni aun ante los desengaños, al pretender que sus asociados se conformaran con su dirección. Tales procedimientos no podían prosperar en Rusia, y pronto se disolvió su sociedad. Todos sus miembros fueron detenidos, y algunos de los jóvenes más entusiastas y decididos fueron desterrados a Siberia antes de haber podido hacer nada. El círculo de mutua educación y mejoramiento de que vengo hablando, se constituyó en oposición al sistema de Necháiev. Aquel número limitado de amigos había juzgado, muy cuerdamente, que el desarrollo moral del individuo debe ser la base de toda organización, cualquiera que sea el carácter político que adopte después y el programa de acción que siga en el curso de los futuros acontecimientos. A esto fue debido que el Círculo Tchaicovsky, ensanchando gradualmente su campo de operaciones, se extendiera tanto en Rusia y adquiriera tan importantes resultados; y más tarde, cuando las feroces persecuciones del gobierno crearon una lucha revolucionaria, produjera esa notable clase de hombres y mujeres que tan gallardamente sucumbieron en la terrible contienda que empeñaron contra la autocracia.
      P. Kropotkin; Memorias de un revolucionario.
  17.  George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 128
  18. Kropotkin fue delatado por un obrero que se había convertido en informante de la policía (Historia de la vida de Kropotkin, por Roger Baldwin, en: Kropotkin’s Revolutionary Pamphlets. R.N. Baldwin, ed. Vanguard Press, Inc. 1927).
  19.  Desterrado en el pueblito siberiano de Minusinsk, Aleksandr se suicidó después de 12 años de ostracismo (George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 132).
  20. Participaron en la organización y plan de fuga el doctor Orestes Weimar, Madame Lavrova y Stepniak, entre otros. El caballo negro utilizado para huir, bautizado «Bárbara», fue sirvió para posteriores hechos revolucionarios, y ayudando a escapar a los asesinos del general Mezentlov en 1878 (George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 134).
  21. George Woodcoock e Iván Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 144-146.
  22. George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 157-158.
  23. Kropotkin también trabajaba en la composición, impresión y plegado de folletos y periódicos. Sus principales ayudantes fueron dos obreros, Francois Dumartheray y George Herzig, de quienes Kropotkin habla con admiración en sus Memorias de un revolucionario. Ver, George Woodcoock e Iván Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 164-166.
  24. Ver, George Woodcoock e Iván Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p.166.
  25. Tomado de George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p.168.
  26. Ver George Woodcoock e Iván Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 178-179. Este artículo se puede encontrar en [1].
  27. Según George Woodcoock e Iván Avakumovic (El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 180-182) no todos los consultados quisieron aceptaron firmar el petitorio, siendo el rechazo más significativo el de Thomas Henry Huxley.
  28.  Al terminar el primer año, sin embargo, volvió de nuevo a resentirse mi salud. Clairvaux estaba edificado sobre terrenos pantanosos, donde la malaria es endémica, y ésta y el escorbuto se apoderaron de mi. Entonces mi esposa, que hacia sus estudios en París, trabajando en el laboratorio Würtz, y preparándose para el examen del doctorado en ciencias, lo abandonó todo y se vino a la pequeña aldea de Clairvaux, que se componía de menos de una docena de casas agrupadas al pie del muro inmensamente elevado que rodeaba la prisión. P. Kroptkin; Memorias de un revolucionario
  29. George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 183).
  30. Emily Talen; Beyond the Front Porch: Regionalist Ideals in the New Urbanist Movement. Journal of Planning History, 2008; 7; 20 [2]
  31. George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 203-204).
  32. George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 212).
  33. Ver Angel Cappelletti, Prólogo a El apoyo mutuo de P. Kropotkin.
  34. George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 221).
  35. George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 222-223).
  36. George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 231).
  37. Estos artículos fueron Evolución y Apoyo mutuo, La acción directa del medio sobre las plantas, La respuesta de los animales a su medio (1910), La herencia de características adquiridas (1912), Variaciones heredadas en las plantas (1914) y Variaciones heredadas en los animales (1915); George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 241).
  38. George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 317-326
  39.  Kropotkin confesó a Max Nettlau que en sus horas libres iba a practicar tiro con un fusil para mantenerse en forma, y participar en luchas callejeras en caso de poder volver a Rusia (George Woodcoock e Iván Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 327).
  40. George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 242
  41. Según Woodcock, «un fallo de concepto le llevó a identificar pueblos con Estados y a pensar en términos nacionales, en vez de hacerlo en los términos internacionales del pensamiento anarquista, y una vez que aceptó esta base falsa, su razonamiento posterior era claro» (George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 336) La casi la totalidad de los anarquistas rusos y europeos mantuvieron una actitud contraria a la guerra.
  42. George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 274
  43.  En Freedom, en noviembre de 1914, encontramos artículos de Kropotkin, Jean Grave, Cherkésov y una carta del anarquista Verleben, todos ellos con argumentos acerca de los motivos por los cuales los anarquistas debían apoyar la causa de los Aliados. Una contribución de Malatesta estaba destinada a rechazar las racionalizaciones de los autores citados: “Los anarquistas han olvidado sus principios” Vernon Richards, Malatesta: pensamiento y acción revolucionarios, p.210.
  44. George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 341
  45.  Y en 1916 Malatesta replica desde las columnas editoriales de Freedom al “Manifiesto en favor de la guerra” firmado por Kropotkin, Jean Grave, Malato y otros trece “viejos compañeros”: reconoce la “buena fe e intenciones” de los firmantes y las pone “fuera de duda”, pero afirma que debe disociarse de “compañeros que se consideran capaces de conciliar las ideas anarquistas con la cooperación de los gobiernos y las clases capitalistas de ciertos países en su lucha contra los capitalistas y gobiernos de ciertos otros países” Vernon Richards, Malatesta: pensamiento y acción revolucionarios, p.212.
  46. Se dice que sus palabras exactas fueron: «Considero el oficio de lustrabotas más honorable y útil» (George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 354).
  47. George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 353
  48. Según Woodcock, «lo más probable es que el objetivo principal de Lenin fuese asegurarse el nombre de Kropotkin como apoyo en aquellos días difíciles para los bolcheviques, especialmente considerando que una declaración de parcialidad por parte de Kropotkin ayudaría a debilitar el prestigio de Majnó en Ucrania.» George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 369
  49. George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 385-386; Paul Avrich, Los anarquistas rusos, Alianza Editorial, 1974, p.232
  50. Paul Avrich, Los anarquistas rusos, Alianza Editorial, 1974, p.232
  51. a b El funeral de Kropotkin
  52. Una descripción más detallada del funeral se encuentra en George Woodcoock e Ivan Avakumovic; El Príncipe anarquista. Ed. Jucar, 1978, p. 385-388
  53. Cappelletti, Ángel. El pensamiento de Kropotkin: ciencia, ética y anarquía, Madrid, Zero, 1978.

Véase también

Cartas de Kropotkin a Lenin

Enlaces externos

Pensamiento Libertario

El anarquismo de Kropotkin

Publicado: sábado, 22 octubre 2011 Por: Capi Vidal

En los últimos tiempos, se ha revitalizado el pensamiento de Kropotkin gracias a varios libros y publicaciones. Uno de ellos es «Anarco-comunismo: sus fundamentos y principios», cuyo concepto traducido en el título es tal vez algo discutible, pero lo más importante es su contenido. El pensador ruso, en cualquier caso, habla en esta obra sobre anarquismo y lo considera algo muy diferente al utopismo, ya que los libertarios nunca se han apoyado en conceptos metafísicos (como los «derechos naturales» o las «obligaciones del Estado») para llevar a cabo las mejores condiciones para la felicidad humana. Es por eso que, indagando en la historia y en la evolución de la sociedad, los anarquistas consideraron dos fuertes tendencias: aquella que dirige sus esfuerzos a la producción comunal, de tal manera que acaban siendo indistinguibles el esfuerzo individual y el colectivo, y la tendencia a la máxima libertad individual, la cual acabará beneficiando también al conjunto de la sociedad.

Kropotkin considera que el ideal anarquista es más una cuestión de debate científico que de fe, ya que puede considerarse una sociedad de este tipo como una nueva fase en la evolución. Es una visión, tal vez, muy propia de su tiempo, la gran confianza en el progreso y en el conocimiento como garante del mismo. Aunque podemos ser críticos con ella, hay que recordar el pensamiento posterior de otros autores, como es el caso de Rudolf Rocker, el cual tiene en cuenta otros factores en la evolución social, como es el caso de la voluntad y anhelos de los hombres (algo que podemos llamar también «fe» o «valores», por muy ateos que seamos, o precisamente por ello, ya que lo nuestro no es nunca una «creencia ciega»), estimulados adecuadamente. En cualquier caso, Kropotkin no es un rígido materialista histórico, que es donde se colocan las mayores críticas. De hecho, y a pesar de su optimismo hacia la expansión del socialismo, Kropotkin denuncia tempranamente la vía autoritaria para llevarlo a cabo. El deseo es una forma de organización social que garantice la libertad económica sin que el individuo se subordine al Estado. Ya en su momento se señala el gobierno representativo de la democracia como un sistema enfrentado a las formas autocráticas anteriores, pero que no garantiza una organización política libre.

Kropotkin observa el progreso como más efectivo sin la injerencia del Estado y asegurando la descentralización, tanto territorial como funcional, dejando toda iniciativa a grupos libremente constituidos, los cuales pueden suplir todas las funciones que ahora se consideran propias de un gobierno. Por lo tanto, los anarquistas reconocen y asumen la justicia de las dos teorías predominantes en el siglo XIX: la socialista y la liberal. Y la visión anarquista kropotkiniana es, insisto, evolucionista; es decir, como trató de demostrar de manera admirable, la lucha por la existencia no se limita al enfrentamiento entre los individuos para subsistir, sino que hay que observarla también en un sentido amplio de adaptación del conjunto de la especie a las mejores condiciones. En este sentido, y como buen ateo, Kropotkin considera que la perfección moral se va deduciendo de las necesidades sociales y de los hábitos de la humanidad. El mejor futuro, basado no solo en factores de evolución, sino también en el deseo de las personas, solo puede pasar por una socialización de la riqueza y el trabajo, todo combinado con la mayor libertad posible.

Kropotkin reivindica el esfuerzo colectivo que ha dado lugar a grandes logros en  la civilización. Existen personalidades individuales que han creado grandes cosas para disfrute de la humanidad, aunque no dejan de ser aquéllos también hijos de la industria y, por lo tanto, de la labor de infinidad de obreros que la han desarrollado. Todo lo creado lo ha sido por el esfuerzo combinado de generaciones pasadas y presentes; a pesar de ello, la apropiación por parte de unos pocos de todo lo que incremente la producción no ha dejado de ocurrir. Es por eso que Kropotkin critica una economía que no beneficia a toda la humanidad, y ya hace tantos años denuncia a un capitalismo también por unas crisis cíclicas que dejan sin trabajo a cientos de miles de personas. La educación y el progreso moral se producen de manera estrechamente vinculada al desarrollo económico y a la justicia social (libre disfrute de cada persona de la riqueza), por lo que vivimos (todavía, más de un siglo después) en un sistema injusto, hipócrita y (económica y moralmente) corrupto. Hay que tener en cuenta eso, que no se trata simplemente de problemas materiales, que ello afecta a todos los ámbitos de la actividad humana. A pesar de que nos refugiemos, tantas veces, en nuestras acomodadas vidas, este análisis hay que hacerlo en un sistema económico globalizado tan deplorable que condena a la miseria a gran parte de la humanidad.

La visión de futuro de Kropotkin

Como es sabido, Kropotkin aboga por el comunismo, considerando que resulta imposible una remuneración proporcional a las horas de trabajo, tal y como desean los colectivistas. En una sociedad que considere todo lo necesario como un bien comunal, según afirma el anarquista ruso, resulta irrealizable cualquier forma de salario. De hecho, el sistema salarial sería resultado de la apropiación por parte de unos pocos de todo lo necesario para la producción, es decir, es inherente al desarrollo del capitalismo. El deseo de Kropotkin es una sociedad en la que los medios de producción fueran comunales y, por tanto, el disfrute de la riqueza también fuera colectivo.

El autor de «Campos, fábricas y talleres» tenía una confianza enorme en el progreso, de tal manera que observaba formas comunales en la evolución de la sociedad a pesar del aparente éxito del individualismo. Hoy, resulta difícil ser tan optimista, pero tenemos que seguir insistiendo en lo importante, tanto de lo necesario de la libertad individual, como de la defensa de los bienes públicos. Recordemos que, para el anarquismo, los dos conceptos, no solo son conciliables, sino complementarios y mutuamente enriquecedores. Hay que situar los deseos de los individuos por encima de los servicios que han prestado, ya que para Kropotkin el apoyo a cada persona por parte de la comunidad sería un garante de una sociedad sin coerción.

Para fortalecer la expansión del comunismo libertario, habría que aplicar de forma plena la capacidad productiva para cubrir las necesidades vitales, modificar la estructura de propiedad de tal manera que todos los trabajadores produjeran bienes y, insiste Kropotkin, devolver a los trabajadores manuales un lugar de privilegio. Las tendencias son a incrementar la producción y a convertir el trabajo en algo sencillo y atractivo. En el caso de la primera, se situaría en las antípodas de algunas tendencias actuales, como es el caso del decrecimiento, algo para reflexionar. En un mundo con gran parte de la población pasando necesidades básicas, no sé si resulta lo más apropiado plantear que no hay que producir tanto. Más bien, se trata de buscar una producción racional y ecuánime.

El sistema de Kropotkin, ya he insistido en ello, busca la síntesis de los dos grandes objetivos buscados por la humanidad desde la Antigüedad: la libertad económica y la libertad política. El comunismo kropotkiniano es, por supuesto, anarquista, considera que solo sin gobierno puede la sociedad expandirse económica e intelectualmente. La ley es substituida por el libre acuerdo y la cooperación y libre iniciativa reemplaza toda tutela estatal. De nuevo vemos cómo Kropotkin desea que evolucione la sociedad: en el futuro, el individuo no se ve coaccionado por leyes, ni por ningún tipo de obligación, sino por los hábitos sociales y por las necesidades de lograr la cooperación, el apoyo y la simpatía de sus convecinos. Aunque la educación está dirigida a que pensemos que el Estado y los gobernantes son imprescindibles en nuestra vida, una amplitud de miras puede hacernos ver que en realidad tal cosa no es cierta. La injerencia gubernamental no se produce tan a menudo en la vida de las personas y muchas organizaciones funcionan basándose en el libre acuerdo. El deseo es el de que se multipliquen las organizaciones libres, las cuales persigan los más nobles objetivos apelando a lo mejor de las personas.

Hay que preguntarse, tratando de eludir toda esa propaganda que confirma el mundo que vivimos, lo mucho que se ha logrado gracias a la libre cooperación. El Estado puede ser reemplazado por una organización basada en acuerdo libres y los atributos que se consideran propios de aquél pueden llevarlos a cabo la libre federación en todos los ámbitos. Existen las habituales objeciones sobre que siempre existirán personas que se nieguen a cumplir los acuerdos y también a trabajar. Kropotkin recuerda lo innecesario de la coacción en los acuerdos llevados a cabo libremente, ya que existen otros factores que invitan a la acción, así como en lo necesario de convertir el trabajo en algo atractivo no sujeto a la esclavitud del salario. Se considera repulsivo el agotamiento, pero no así el trabajo dirigido al bienestar de todos. Tal y como lo define Kropotkin: «El trabajo es una necesidad fisiológica, una necesidad para desahogar las energías acumuladas, una necesidad que es saludable en sí misma». Pensemos atentamente que el rechazo al trabajo se produce habitualmente por producirse para otros, por ir vinculado al esfuerzo y la obligación, pero que no dejan de ser propias de la condición humana, y en gran medida necesarias, la actividad y la creatividad.

Frente a la necesidad de los castigos para aquellos que incumplen las normas sociales, Kropotkin insiste en la reorganización de la sociedad para tratar de disminuir unos crímenes que no están originados en una perversidad natural del ser humano. Aun así, si existen personas con claras inclinaciones antisociales, se rechazan las prisiones y los castigos corporales, los cuales no hacen más que multiplicar los delitos. La aspiración es a una sociedad en la que todos los niños reciban formación y educación, tanto profesional, como científica, en la que no existan privilegios de ningún tipo, en la que las personas convivan de verdad, algo que lleva a la empatía, cooperen y participen en los asuntos públicos. En una sociedad así, los actos antisociales se reducirían notablemente, los conflictos que surgieran pueden ser solventados por el arbitraje y la fuerza nunca se emplearía para imponer una decisión.

Otro aspecto importante de la visión de Kropotkin es lo que atañe a la moralidad. Por supuesto, considera la moral anterior e independiente de toda ley y de toda religión y muy necesaria para la sociedad. De hecho, los hábitos morales nacen en el contexto social y son condición necesaria para el bienestar de la especie. Frente a la moralidad religiosa, que pretende tener un origen divino, o la moral utilitaria, que mantiene la ilusión de la recompensa, está aquella progresivamente mejorable que pretende la mejor adaptación del individuo a la sociedad cooperando con sus semejantes. Es una moralidad que crece gracias al hábito y que basa su perfección en unas mejores condiciones de existencia de los seres humanos.

Capi Vidal

http://reflexionesdesdeanarres.blogspot.com/

El anarquismo de Kropotkin

En los últimos tiempos, se ha revitalizado el pensamiento de Kropotkin gracias a varios libros y publicaciones. Uno de ellos es «Anarco-comunismo: sus fundamentos y principios», cuyo concepto traducido en el título es tal vez algo discutible, pero lo más importante es su contenido. El pensador ruso, en cualquier caso, habla en esta obra sobre anarquismo y lo considera algo muy diferente al utopismo, ya que los libertarios nunca se han apoyado en conceptos metafísicos (como los «derechos naturales» o las «obligaciones del Estado») para llevar a cabo las mejores condiciones para la felicidad humana. Es por eso que, indagando en la historia y en la evolución de la sociedad, los anarquistas consideraron dos fuertes tendencias: aquella que dirige sus esfuerzos a la producción comunal, de tal manera que acaban siendo indistinguibles el esfuerzo individual y el colectivo, y la tendencia a la máxima libertad individual, la cual acabará beneficiando también al conjunto de la sociedad.

Kropotkin considera que el ideal anarquista es más una cuestión de debate científico que de fe, ya que puede considerarse una sociedad de este tipo como una nueva fase en la evolución. Es una visión, tal vez, muy propia de su tiempo, la gran confianza en el progreso y en el conocimiento como garante del mismo. Aunque podemos ser críticos con ella, hay que recordar el pensamiento posterior de otros autores, como es el caso de Rudolf Rocker, el cual tiene en cuenta otros factores en la evolución social, como es el caso de la voluntad y anhelos de los hombres (algo que podemos llamar también «fe» o «valores», por muy ateos que seamos, o precisamente por ello, ya que lo nuestro no es nunca una «creencia ciega»), estimulados adecuadamente. En cualquier caso, Kropotkin no es un rígido materialista histórico, que es donde se colocan las mayores críticas.

De hecho, y a pesar de su optimismo hacia la expansión del socialismo, Kropotkin denuncia tempranamente la vía autoritaria para llevarlo a cabo. El deseo es una forma de organización social que garantice la libertad económica sin que el individuo se subordine al Estado. Ya en su momento se señala el gobierno representativo de la democracia como un sistema enfrentado a las formas autocráticas anteriores, pero que no garantiza una organización política libre. Kropotkin observa el progreso como más efectivo sin la injerencia del Estado y asegurando la descentralización, tanto territorial como funcional, dejando toda iniciativa a grupos libremente constituidos, los cuales pueden suplir todas las funciones que ahora se consideran propias de un gobierno. Por lo tanto, los anarquistas reconocen y asumen la justicia de las dos teorías predominantes en el siglo XIX: la socialista y la liberal. Y la visión anarquista kropotkiniana es, insisto, evolucionista; es decir, como trató de demostrar de manera admirable, la lucha por la existencia no se limita al enfrentamiento entre los individuos para subsistir, sino que hay que observarla también en un sentido amplio de adaptación del conjunto de la especie a las mejores condiciones. En este sentido, y como buen ateo, Kropotkin considera que la perfección moral se va deduciendo de las necesidades sociales y de los hábitos de la humanidad. El mejor futuro, basado no solo en factores de evolución, sino también en el deseo de las personas, solo puede pasar por una socialización de la riqueza y el trabajo, todo combinado con la mayor libertad posible.

Kropotkin reivindica el esfuerzo colectivo que ha dado lugar a grandes logros en la civilización. Existen personalidades individuales que han creado grandes cosas para disfrute de la humanidad, aunque no dejan de ser aquéllos también hijos de la industria y, por lo tanto, de la labor de infinidad de obreros que la han desarrollado. Todo lo creado lo ha sido por el esfuerzo combinado de generaciones pasadas y presentes; a pesar de ello, la apropiación por parte de unos pocos de todo lo que incremente la producción no ha dejado de ocurrir. Es por eso que Kropotkin critica una economía que no beneficia a toda la humanidad, y ya hace tantos años denuncia a un capitalismo también por unas crisis cíclicas que dejan sin trabajo a cientos de miles de personas. La educación y el progreso moral se producen de manera estrechamente vinculada al desarrollo económico y a la justicia social (libre disfrute de cada persona de la riqueza), por lo que vivimos (todavía, más de un siglo después) en un sistema injusto, hipócrita y (económica y moralmente) corrupto. Hay que tener en cuenta eso, que no se trata simplemente de problemas materiales, que ello afecta a todos los ámbitos de la actividad humana. A pesar de que nos refugiemos, tantas veces, en nuestras acomodadas vidas, este análisis hay que hacerlo en un sistema económico globalizado tan deplorable que condena a la miseria a gran parte de la humanidad.

Publicado por Capi Vidal 

El funeral de Kropotkin [Filmación, 1921]

El funeral de Kropotkin [Filmación, 1921]

La ética de Kropotkin

La ética de Kropotkin

Carta de Kropotkin a Lenin. – Dmitrov, 21 de diciembre de 1920-

12 comentarios en “Piotr Alekséyevich Kropotkin, mas conocido como Pedro Kropotkin (Vida y obra)”

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